La Biblia, el gran código

Nuria-Calduchp(Nuria Calduch-Benages– Misionera de las Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret y experta en Sagrada Escritura)

“La Biblia no es solamente un libro religioso; es también un hecho cultural. Su ignorancia comporta el riesgo de que las generaciones futuras pierdan la memoria de sus raíces culturales”

Mientras esperamos la publicación de la exhortación postsinodal fruto del Sínodo de Obispos sobre la Palabra de Dios, celebrado en Roma en octubre de 2008, vale la pena recordar que la propuesta número 41 está dedicada al tema Biblia y cultura. En ella se afirma que, a lo largo de los siglos, la Biblia ha sido fuente de inspiración de diversas culturas, “generando valores morales fundamentales, expresiones artísticas excelentes y estilos de vida ejemplares”.

Me limito a un ejemplo de expresión artística excelente. Hace unas semanas, tuve la ocasión de visitar la catedral de Metz, conocida también como la catedral de San Esteban, al este de Francia. Allí se encuentran diecinueve vidrieras realizadas por el artista judío Marc Chagall (1887-1985). Una maravilla de formas y colores, luminosidad y transparencias que nos hablan de personajes, historias y símbolos bíblicos. La guía, una verdadera experta, disfrutó mucho con nuestro grupo, ya que la mayoría éramos estudiosos y estudiosas de la Biblia. Todos estirábamos al máximo el cuello para poder descifrar ese lenguaje tan distinto del nuestro e identificar los pasajes bíblicos que parecían desafiarnos desde lo alto de los muros. Todos queríamos ser los primeros en contestar y, por supuesto, en acertar.

Ya lo decía el poeta inglés William Blake: “El Antiguo y el Nuevo Testamento son los grandes códigos del arte”. Y es que. ¿Cómo leer a Lope de Vega, Alessandro Manzoni o León Tolstoi, admirar los cuadros de ‘El Greco’ o las vidrieras de Chagall, escuchar los oratorios de J.S. Bach, J. Haydn o F. Mendelssohn sin conocer la Biblia?

En el nº 2.686 de Vida Nueva.

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