¿Jesús nació en Belén, Nazaret o Jerusalén?

jscamachoJESÚS SÁNCHEZ CAMACHO | Profesor CES Don Bosco

Belén no es Jerusalén. Su entorno rural no conoce el templo, las grandes sinagogas o los edificios suntuosos. Belén sabe de adobe, de casas con establo, leñera y cobertizo. Tampoco conoce a insignes mercaderes o autoridades romanas, porque los que allí viven son humildes artesanos, agricultores o ganaderos.

¿Cómo hemos visto la actualización de Belén en las ciudades de hoy? Han sido Jerusalenes del siglo XXI. El atrio de su templo se ha tornado en centros comerciales cuyos mercaderes exhiben sus bienes, poniendo en el anzuelo publicitario a los magos, su cartero real, o al mismísimo Rudolph el reno. El sanedrín ha montado la mejor iluminación para la ciudad, estimulando el adorno de bares y comercios. También se ha visto a publicanos, que han ofrecido préstamos a pastores obsesionados con adorar los productos de vanguardia acabados de nacer.

 En el nº 450, José María Puigjaner y Félix Medín García realizan un reportaje navideño en el poblado de la zona suburbial del Pozo del Tío Raimundo. Ellos aseguran que “el Misterio (hoy) se nos escapa en la algarabía de lo mundano; y hemos de reencontrarlo en otros misterios”. En el nº 2.922, José María Avendaño Perea demuestra que Jesús sigue naciendo en la espesura de la periferia.

jscamachoNunca se me olvidará el nacimiento que la mañana del 24 de diciembre de 2013 advertí en mi Jerusalén natal. Era una familia que, paseando con sus pocas pertenencias, buscaba donde cobijarse. Se habían equivocado, ¡buscaban una posada en Jerusalén! Ante esa estampa, lo fácil era mirar hacia otro lado y, como sostiene Juan María González-Anleo en su último ensayo, seguir consumiéndote en el consumismo.

No hace mucho que las manos de la discusión exegética barajaban el nacimiento de Jesús en Nazaret. Pero el Sitz im Leben de la Navidad occidental actual instala el Misterio lejos de Nazaret y Belén. En nuestras manos está no seguir transformando un pesebre en sanctasanctórum de Jerusalén.

En el nº 2.924 de Vida Nueva

 

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