Itinerarios del ideal

FRANCISCO M. CARRISCONDO ESQUIVEL | Profesor de la Universidad de Málaga

“He aquí una muestra de cómo lo mejor que ha dado el pensamiento contemporáneo halla su fundamento en unas profundas, pero a la vez sencillas, raíces cristianas”.

La exposición sobre Buckminster Fuller que se celebró, durante los meses de septiembre y octubre de 2010, en la madrileña sede de Ivorypress Art+Books me llevó a querer saber más sobre la obra y la figura de este ingeniero norteamericano. Así, entre lo mucho e interesante que descubro –por ejemplo, su faceta de inventor de nuevas palabras– me llama la atención el leitmotiv de su vida: sacar el mayor rendimiento de las cosas que diseñaba al menor coste posible.

Esta aspiración puede asimilarse, como muy bien lo ha hecho Antonio Muñoz Molina en su reportaje ‘El visionario razonable’ (El País, 25.09.10), al famoso “Menos es más” del arquitecto alemán Mies van der Rohe. El mismo, por otro lado, que también dijo en su día que “Dios está en los detalles”.

Son todos estos los extremos recientes del camino que han seguido unos ideales que están próximos a convertirse en tópicos, debido a su presencia continuada en el tiempo.

No obstante, resulta que nuestra fe ha dado buena cuenta de ellos, y mucho antes de que los formularan tanto el arquitecto como el ingeniero. Si no, véase el testimonio de san Francisco de Asís, aquel que necesitaba poco, y ese poco lo necesitaba muy poco, que le gustaba repetir a José Ortega y Gasset. Y, además, el de santa Teresa de Jesús, cuando decía aquello de encontrar a Dios entre los pucheros. He aquí una muestra de cómo lo mejor que ha dado el pensamiento contemporáneo halla su fundamento en unas profundas, pero a la vez sencillas, raíces cristianas.

fcarriscondo@vidanueva.es

En el nº 2.758 de Vida Nueva.

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