Donal Murray, obispo de Limerick, podría ser el primer prelado que dimite tras el Informe Murphy –que ha revelado abusos a niños por parte de curas en la Archidiócesis de Dublín y se añade al Informe Ryan del pasado mayo–. Su reciente viaje a Roma y las palabras del cardenal primado, Seán Brady, asegurando que “hará las cosas bien” habrían influido mucho en ello, después de que el informe cite a Murray por su mala gestión de los hechos mientras fue auxiliar de Dublín. Otro prelado que también recoge el informe, Dermot O’Mahony, auxiliar emérito de la Archidiócesis, ya ha abandonado su cargo en una entidad caritativa. El viernes 11, Benedicto XVI recibía a Brady y al arzobispo Diarmuid Martin para abordar esta “dolorosa situación”.
En el nº 2.687 de Vida Nueva.
