Gracias por dar voz a los sin voz

(Cícera Ferreira da Silva– Correo electrónico) Quisiera dar mi más sincera enhorabuena a esta revista por el bellísimo reportaje que, en su número 2.679, apareció sobre el Hogar Santa Mónica, en Brasil. Yo, Cícera Ferreira, la “madre social” de la primera casa de acogida para niñas, les agradezco su apoyo, ayuda y divulgación de nuestro proyecto, que tanto precisa de la concienciación de todos. Esta gran problemática social que es el abuso sexual de menores no se circunscribe tan sólo a Brasil, sino también a otros muchos países víctimas del poder destructivo de algunos grupos, y que son causa también de desigualdad social. Muchos de nuestros niños y niñas viven en inmundas barracas y se dedican a la recogida de basura para sobrevivir.

Sé que no podemos cambiar las ideologías actuales, pero podemos ser como hormigas en los pies de los elefantes. Y cuando son publicados reportajes como éste, nos podemos preguntar y reflexionar sobre lo que, realmente, estamos haciendo en este mundo.

¿Será que estamos aprendiendo a amar para que nuestra vida tenga sentido? Que el buen Dios le conserve a la autora del reportaje, Graziela Cruz, siempre este don y que su estrella brille de cara a los hermanos que ni tienen voz ni oportunidad en este mundo de dolor, pero también de esperanza.

En el nº 2.686 de Vida Nueva.

Compartir