Golpe a la moderación

Agresión-a-BerlusconiLa brutal agresión –calificada por el Papa en su condena como “deplorable”– sufrida por Silvio Berlusconi, que ingresó en el hospital tras recibir un fuerte golpe en la cara a manos de un perturbado a la conclusión de un mitin en la Plaza del Duomo de Milán, volvió a poner de manifiesto la ruptura y la bipolarización de la sociedad italiana en torno a la figura de su Primer Ministro. “No entiendo tanto odio. ¿Por qué me quieren mal?”, se quejó poco después. Ojalá este lamentable hecho sólo sea un aviso para todos, incluido el mismo Berlusconi, contra los excesos, histrionismos y populismos, actitudes que, unidas a políticas radicales y disgregadoras, no hacen sino golpear a la moderación. Sin duda, la condición más necesaria para una sana conviviencia.

En el nº 2.688 de Vida Nueva.

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