Los números no pueden ser la meta, pero dado que son lo único medible que tenemos, conviene no perderlos de vista. Así, en Francia se han conocido recientemente los últimos datos sobre la evolución (o mejor, involución) del catolicismo, que se dibuja como una línea descendente: el porcentaje de población católica se ha reducido del 87% en 1972 al 64% actual; y es más grave en asistentes a la misa dominical: del 20% de 1972 al 4,5% de 2009, siendo las mujeres la mayoría practicante. Según este estudio del instituto IFOP, el “descolgamiento” se produjo entre mediados de los años 70 y finales de los 80. No aborda las posibles causas, pero apunta una cifra significativa: en 1987, el 21% de los franceses se declaraban ‘sin religión’; en 2009, el 28%.
En el nº 2.673 de Vida Nueva.
