FRAILES LLAMADOS A CAPÍTULO, por Juan Rubio

Difícil lo tienen los provinciales. Es muy frecuente que se les llame desde Añastro para amonestarlos por cualquier cosa que alguno de sus hermanos hacen mal según una disciplina no clara. Los pastores no deben desesperar al rebaño. Se están sembrando vientos que traerán tempestades. Alguien tiene que parar esta dinámica para que la caridad luzca dentro de la Iglesia.

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