Es momento de acompañar más y regañar menos

JUAN RUBIO, director de Vida Nueva | A la Iglesia le corresponde estar al lado de este momento, sin evasivas. Estar con el talante propio de la Gaudium et Spes. Nada humano nos es ajeno.

Es el momento de ser más Madre que Maestra, de acercarse a todos por encima del discurso y de las palabras vacías y sostener al hombre caído, curarle las heridas con esperanza y dejar de gritarle y regañarle. No es el momento de la cátedra, sino del bastón de peregrino. No es el momento de la altura, sino del barro, sin aspavientos; recordando cada día lo que hacemos, pero no dejando de pensar en lo que debiéramos hacer.

Y esta es la mejor tarea de la Iglesia en este nuevo año. Y la mejor y más nueva evangelización, el mejor camino para ser creíbles. No es el camino del discurso, sino el de la empatía; el de la mano entregada; el de la mirada comprensiva.

Preguntaron a Pablo VI, después del Vaticano II, qué había sido lo más importante de la asamblea conciliar. Respondió diciendo que, en momentos de vacío en una humanidad rota por la guerra, la Iglesia se había puesto a ser samaritana y a curar heridas, dando razones para vivir.

director.vidanueva@ppc-editorial.com

  • LA CRÓNICA DEL DIRECTOR: El año de la crisis, por Juan Rubio

En el nº 2.829 de Vida Nueva.

 

NÚMERO ESPECIAL NAVIDAD–FIN DE AÑO 2012

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