Entre los maravillosos progresos técnicos…

Antonio Spadaro, director de La Civiltà CattolicaANTONIO SPADARO | Director de La Civiltà Cattolica

Inter Mirifica fue un paso crucial en el que los hilos que llegaban del pasado se anudaron a los de una nueva visión del futuro…”.

Ya Pío XII observaba que las invenciones técnicas, “frutos, sí, del ingenio y del trabajo humano, son primariamente dones de Dios, Creador del hombre e inspirador de toda buena obra”. El Pontífice, en 1957, encuadraba así las aplicaciones tecnológicas de las comunicaciones entre los dones que Dios brinda para el desarrollo de la creación. Y seguía: “Algunos de estos nuevos medios técnicos sirven para multiplicar las fuerzas y las posibilidades físicas del hombre, otros para mejorar sus condiciones de vida; pero hay aún otros que miran más de cerca a la vida del espíritu y sirven, directamente o mediante una expresión artística, a la difusión de ideas, y ofrecen a millones de personas, en manera fácilmente asimilable, imágenes, noticias, enseñanzas, como alimento diario de la mente, aun en las horas de distracción y de descanso” (Miranda Prorsus, n. 1).

El creyente, por tanto, está llamado a ver en la tecnología, y en particular en aquella de la comunicación, la respuesta del hombre a la llamada de Dios a dar forma a la creación. Un momento crucial de la comprensión espiritual de las nuevas tecnologías es la promulgación del decreto del Concilio Vaticano II Inter Mirifica, el 4 de diciembre de 1963.

Este comienza así: “Entre los maravillosos inventos de la técnica que, sobre todo en estos tiempos, el ingenio humano, con la ayuda de Dios, ha extraído de las cosas creadas, la madre Iglesia acoge y fomenta con especial solicitud aquellos que atañen especialmente al espíritu humano y que han abierto nuevos caminos para comunicar con extraordinaria facilidad noticias, ideas y doctrinas de todo tipo”.

En estas palabras es evidente el vínculo con el magisterio de Pío XII, y el hilo de continuidad fue retomado por Juan Pablo II cuando citó, en 2005, el decreto conciliar en forma de llamada: “¡No tengáis miedo a las nuevas tecnologías!, ya que están ‘entre las cosas maravillosas’ –Inter Mirifica– que Dios ha puesto a nuestra disposición para descubrir, usar, dar a conocer la verdad, incluso la verdad sobre nuestra dignidad y nuestro destino de hijos suyos, herederos del Reino eterno” (El rápido desarrollo, n. 14). Es interesante verificar la actitud de la Iglesia al definir mirifica a los productos de la tecnología…

Con el desarrollo de las tecnologías, gran parte del mundo comunicativo ha cambiado. La visión de los medios de comunicación como instrumentos deja el puesto a un verdadero ambiente de vida. Pero Inter Mirifica fue un paso crucial en el que los hilos que llegaban del pasado se anudaron a los de una nueva visión del futuro.

En el nº 2.832 de Vida Nueva.

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