Elecciones y cambio político en Bolivia

(Nicolás Castellanos Franco– Obispo emérito de Palencia)

“La geografía del poder se ha modificado en la Bolivia Socialista, comunitaria, de hegemonía aimara y quechua. Se observa una nueva dirección hacia ‘una sociedad y Estado democrático, autonómico, con una economía y sistema político plural’”

El 4 de abril se celebraron elecciones municipales y departamentales en Bolivia. Los resultados no fueron del agrado del presidente Evo Morales, ni del MAS, Movimiento al Socialismo. Perdió un millón de votos, aunque sigue siendo el primer partido.

Aparecen nuevas fuerzas políticas, tres nuevos escenarios geográficos complejos en su configuración social, económica y política. Las alcaldías de La Paz y de Oruro, reductos del MAS, se las arrebató el Movimiento sin Miedo (MSM), de Juan del Granado, en la legislatura anterior aliado del MAS de Evo y hoy adversario. René Joaquino, presidente de Alianza Social, de una izquierda incluyente, por cuarta vez es elegido alcalde de Potosí, feudo de Evo Morales.

Resultó simbólico que el MAS perdiese las alcaldías de Sucre, Achacachi, cuna de los ‘Ponchos Rojos’ y Quillacollo, donde el Gobierno del MAS se caracterizó por ser campeón de la corrupción, que sigue desolando al país, junto con el narcotráfico, que llega a cotas impresionantes. Todos los días se lee en la prensa: “Han aprehendido tonelada y media de cocaína”; “han descubierto un laboratorio, con productos químicos, por valor de millón y medio de dólares”. El cardenal Terrazas viene denunciando que nos estamos convirtiendo en un país de narcotraficantes, invadido por los cárteles mafiosos.

En tres departamentos: Santa Cruz de la Sierra, Tarija y Beni, en donde radica el poder económico, empresarial, corporativo, institucional, la Alianza de los Verdes aseguró el triunfo electoral sobre el MAS.

La geografía del poder se ha modificado en la Bolivia Socialista, comunitaria, de hegemonía aimara y quechua. Se observa una nueva dirección hacia “una sociedad y Estado democrático, autonómico, con una economía y sistema político plural”.

Parece deducirse que Bolivia no apunta ya a ese megaproyecto continental bolivariano.

En el nº 2.713 de Vida Nueva.

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