Cuál es el sentido de una guerra? ¿Cuándo pierde su justificación, si es que alguna vez la tuvo? Éstas son cuestiones que habría que plantearse ante el conflicto que sacude Afganistán desde hace demasiado tiempo. No resulta nada alentador que, mientras los líderes mundiales posaban para la foto con la que se cerraba una conferencia internacional sobre el país, ese mismo día siguieran registrándose nuevas muertes de civiles y soldados, de extranjeros y de afganos. A ello hay que añadir la reciente filtración de informes militares estadounidenses clasificados que revelan operaciones encubiertas. Sin entrar a juzgar las mentiras que destapan estos documentos, la única verdad que no admite dudas son los nombres y rostros de los miles de fallecidos.
En el nº 2.718 de Vida Nueva.
