El Pisuerga desemboca en Japón

La embajada nipona condecora al director del Museo Oriental de Valladolid

(Texto: Juan M. Castelblanque-Fotos: Jaime Kishi) El Emperador de Japón, Motohide Yoshikawa, concedió la condecoración de La Orden del Sol Naciente con Rayos de Oro y Plata a Blas Sierra de la Calle, religioso agustino, quien desde 1980 es director del Museo Oriental del Real Colegio de los Padres Agustinos de Valladolid.

Esta distinción fue otorgada como reconocimiento a la gran labor de investigación realizada por el director del museo. La Orden del Sol Naciente, creada en 1875, es la segunda condecoración nipona en importancia y la de más alto rango que puede obtener una persona no japonesa. Entre los anteriores galardonados se encuentran expertos, diplomáticos y políticos, todos ellos premiados por su aportación a la cultura y la sociedad japonesa.

“El Museo Oriental de Valladolid es la mejor muestra de arte del Extremo Oriente de España”, destaca Sierra, producto de la larga presencia de más de 3.000 agustinos en Japón, China y Filipinas. Al marchar, ellos  llevaban imágenes, objetos, ornamentos, libros y utensilios necesarios para su apostolado y para la  promoción cultural y social. Allí fallecieron muchos de los misioneros, pero los que lograron regresar lo hicieron portando objetos artísticos y etnológicos típicos de las culturas donde realizaban su labor misionera, con el fin de que sirvieran de elementos introductorios para los jóvenes que se preparaban para marchar a misión en su sustitución. Al mismo tiempo, servían para dar a conocer en Occidente esas culturas tan lejanas.

Orígenes

Cuando los agustinos comenzaron a viajar a Oriente, en 1565, los misioneros utilizaban la ruta del Galeón de Acapulco, a través de México, pero a partir de 1869, al abrirse el Canal de Suez, utilizaron este nuevo trayecto. Una ruta que acortaba el viaje, lo que permitió una mayor frecuencia en el regreso de religiosos. Como resultado, a finales del siglo XIX se incrementaron bastante las colecciones del museo.

El Museo Oriental de Valladolid se localiza en el Real Colegio de los Padres Agustinos, conocidos en la ciudad del Pisuerga como Los Filipinos, pues  “sólo de este convento partieron más de 2.000 misioneros para Filipinas y China”, indica el director del museo. El edificio, diseñado por el arquitecto Ventura Rodríguez en estilo neoclásico, comenzó a construirse en 1759. La idea del museo se fue fraguando poco a poco, hasta convertirse en realidad en 1874, año en el que diversas salas del ala oriental del convento se utilizaron para este fin.

Durante las últimas tres décadas, a través de la exposición permanente, las exposiciones itinerantes, las publicaciones, conferencias o cursos “el museo ha luchado por convertirse en un punto de encuentro entre Oriente y Occidente”, señala Blas Sierra, que “Japón, que significa el Sol Naciente, se acerque a España, el país del Sol Poniente, donde los antiguos situaron finis terrae, el fin de la tierra, por donde se pone el sol”.

La dedicada a Japón es una de las principales secciones del museo, en ella se dan cita centenares de piezas que acercan al visitante el arte y la cultura japonesa de los períodos Edo (de 1603 a 1868) y Meiji (de 1868 a 1912).

Blas Sierra de la Calle nació en la localidad leonesa de Riaño, en 1948. Licenciado en Teología Dogmática por la Universidad Gregoriana y diplomado por la Academia de Bellas Artes de San Lucas, es autor de numerosas publicaciones sobre arte oriental, cuatro de ellas dedicadas a Japón. En la actualidad está trabajando en el catálogo de la próxima exposición, dedicada a los grabados japoneses.

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