El calendario

Fernando-Sebastián-P(+Fernando Sebastián– Arzobispo emérito de Pamplona y de Tudela)

“Que un ayuntamiento difunda un calendario en el que se alteran las celebraciones más comunes de la ciudadanía me parece un abuso de autoridad, una intromisión intolerable en la cultura popular, una manipulación maquiavélica de la identidad social”

El Ayuntamiento de Logroño ha tenido la feliz idea de publicar un calendario de 2010 en el que se omiten algunas fiestas cristianas, como la Navidad, y se incluyen otras del calendario islámico, por ejemplo, el aniversario del nacimiento de Mahoma. Los responsables se excusan ahora diciendo que es una anécdota sin importancia. Puede ser una anécdota. Pero desde luego no es algo sin importancia.

Un calendario es un instrumento cultural importante, marca la distribución del tiempo y de los ritmos de la vida, expresa referencias de distinta naturaleza que dan sentido humano y personal a la mera sucesión natural de los días y las noches. Es una creación profundamente humana, expresa la visión humana y cultural de la mera cronología biológica. Porque el calendario es cultura, es también tradición, espiritualidad y religión.

Por eso me parece un hecho grave que un ayuntamiento pretenda cambiar el calendario de los ciudadanos. Si lo hubiera hecho una institución privada sería menos grave. Pero que un ayuntamiento difunda un calendario en el que se alteran las celebraciones más comunes de la ciudadanía me parece un abuso de autoridad, una intromisión intolerable en la cultura popular, una manipulación maquiavélica de la identidad social.

Hace ya tiempo que algunas gentes de izquierdas practican la peligrosa política de sabotear lo cristiano y favorecer lo islámico. Alguien ha visto que puede ser una forma eficaz de debilitar la influencia social de la Iglesia católica en España. Esta estrategia es una manera de perseguir el cristianismo mediante la discriminación y la represión cultural y espiritual. Estos políticos intervencionistas tendrían que pensar a dónde nos quieren llevar. Algunos sociólogos europeos están alertando sobre la posibilidad de que Alemania, Bélgica y Francia lleguen a ser sendas repúblicas islámicas en el plazo de 20 ó 30 años. ¿Es ése el futuro que quieren para España estos políticos progresistas?

En el nº 2.694 de Vida Nueva.

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