Documento preparatorio del Sínodo de jóvenes

Fernando Sebastián, cardenal arzobispo eméritoFERNANDO SEBASTIÁN | Cardenal arzobispo emérito

He leído atentamente el Documento preparatorio para la XV Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos, dedicada a los jóvenes, la fe y la pastoral vocacional. Confieso que su lectura me ha dejado un poco inquieto. No por lo que dice, sino por lo que no dice. Habla de los jóvenes como si la mayoría de ellos viviese con normalidad su fe cristiana y su relación con la Iglesia. Por desgracia no es así.

No sé qué ocurre en otros lugares, pero en España basta con abrir los ojos para ver, primero, que disminuye rápidamente el número de bautismos, confirmaciones y comuniones; segundo, que los jóvenes que siguen el itinerario de la iniciación cristiana no perseveran, sino que la mayoría se aleja muy pronto de la vida sacramental y eclesial; y tercero, hoy, en España, no celebran los sacramentos de eucaristía y penitencia ni el 5% de los bautizados entre 16 y 30 años. Y algo parecido ocurre en toda Europa.

Este dato no puede estar ausente en las reflexiones del Sínodo. Los padres sinodales tienen que preguntarse por qué los jóvenes, tras recorrer el itinerario de la iniciación cristiana, abandonan la Iglesia tranquilamente, sin crisis, sin angustias, con entera normalidad. No ven en el cristianismo, tal como se lo presentamos, ningún valor; por eso, en cuanto alcanzan la suficiente autonomía, lo dejan caer como un libro de cuentos infantiles que ya no les interesa ni sirve. Ni en la familia, ni en la catequesis, ni en el colegio han vivido una experiencia de fe y de conversión al Señor. Sin conversión personal y sin cambio de vida, en el mundo actual, no hay cristianismo posible.

En la pregunta 52, el documento se pregunta ingenuamente dónde podemos encontrar algunos jóvenes que hayan perdido su contacto con la Iglesia. Aquí en España, como en toda Europa, basta con salir a la calle. De cada 20 jóvenes, 19 viven habitualmente alejados de la Iglesia. ¿Podemos hablar de los jóvenes sin contar con esta situación?

Publicado en el número 3.026 de Vida Nueva. Ver sumario

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