El buen desempeño de sus responsabilidades es algo que se le presupone a quienes, en estos tiempos, tienen la fortuna de poder trabajar. Pero nunca amarga que, además, a uno se le reconozca públicamente ese buen hacer. Y en la última semana, Vida Nueva lo ha podido experimentar con dos de los miembros de su familia. Por un lado, con la concesión a su redactora, María Gómez, del primer Premio Lolo de Periodismo Joven, que otorga la Unión Católica de Informadores y Periodistas de España (UCIP-E). De ella, el jurado ha destacado “su capacidad de análisis, su sensibilidad y empatía, así como el profundo contenido social y humano” de sus reportajes. Y por otro, con el nombramiento del colaborador de este semanario, Jorge Juan Fernández Sangrador, director de la BAC, como nuevo consultor del Pontificio Consejo de la Cultura. Enhorabuena a ambos.
En el nº 2.682 de Vida Nueva.
