Discrepancia

JOSÉ IGNACIO URANGA. BILBAO | Me gustaría mostrar mi discrepancia con respecto al artículo que el redactor jefe, José Lorenzo, ha publicado contra Emilio Botín (a quien personalmente no conozco) en el número 2.789 de su revista, La crisis llena las iglesias.

Creo que se equivoca. Con la que está cayendo, no se puede ignorar que, sin una banca sólida y solvente, los efectos para la economía resultan devastadores, con la consiguiente destrucción del tejido social y económico y, por tanto, pérdida de puestos de trabajo y extensión de la pobreza.

Creo que ignorar esto solo contribuye –amén de ser injusto– a socavar la credibilidad de la Iglesia y a confundir –también a exacerbar– a muchos lectores sencillos y bienintencionados.

Estoy convencido de la buena fe del redactor jefe, aunque en esta materia, la económica, adolece de cierto desconocimiento e imprudencia, además de una objetiva injusticia.

En el nº 2.796 de Vida Nueva.

Pueden enviar sus cartas con sugerencias o comentarios a: director.vidanueva@ppc-editorial.com

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