Del Apocalipsis al Génesis

LUCÍA RAMÓN CARBONELL | Profesora de la Cátedra de las Tres Religiones de la Universidad de Valencia

“No podemos vivirla con autenticidad si actuamos como si allí no estuviera pasando algo que pone en crisis muchas ideas que aceptábamos hasta ayer sin discusión o resistencia alguna. Lo que está sucediendo es un signo de los tiempos, una invitación a una conversión radical”

Así se titula un excelente ensayo que hace unos años publicó Anne Primavesi. La autora nos propone revisar toda la teología cristiana en clave ecológica e inclusiva. Me parece una lectura indispensable en esta cuaresma nuclear, marcada por lo que está sucediendo Fukushima. Primavesi sitúa el día del Juicio –el Apocalipsis– ahora y propone un nuevo Génesis, un nuevo paradigma teológico y espiritual orientado hacia la nueva creación. Esto solo será posible desde un cambio cultural que se traduzca en un compromiso responsable por el cuidado y la regeneración de la vida como prioridad individual y colectiva.

¿Es posible celebrar la Cuaresma al margen de Fukushima? Estoy convencida de que no. No podemos vivirla con autenticidad si actuamos como si allí no estuviera pasando algo que pone en crisis muchas ideas que aceptábamos hasta ayer sin discusión o resistencia alguna. Lo que está sucediendo es un signo de los tiempos, una invitación a una conversión radical.

Necesitamos dejar atrás nuestros estilos de vida depredadores y consumistas y crear una nueva cultura. Revisar nuestra concepción casi exclusivamente instrumental de la naturaleza para pensarla y sentirla como red de la que formamos parte y que necesita de nosotros cierta reciprocidad. Plantearnos seriamente las consecuencias del uso de determinadas tecnologías para la humanidad, la Tierra y las generaciones futuras y actuar responsablemente y en consecuencia.

Gandhi formuló el reto al que nos enfrentamos con enorme lucidez: “La tierra posee todo lo que el hombre necesita, pero no todo lo que el hombre codicia”.

En el nº 2.749 de Vida Nueva.

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