Decíamos ayer (26 de febrero de 1983)

En torno al aborto

“Nadie procura el aborto por simple odio a la vida o por el solo deseo de matar. En la práctica, es querido y aceptado como mal menor”. “Psicólogos y moralistas suelen coincidir en que el aborto es una salida traumática a una situación todavía más traumática. Éste es el problema. A nivel de teorías las cosas pueden quedar, en un sentido o en otro, más o menos claras. Otra cosa es cuando en el despacho, en el confesionario o en la consulta te encuentras con el caso concreto, con la persona y su problema concretos. ¿Qué hacer? Ahí es cuando hace falta Dios y ayuda”.

En el nº 2.649 de Vida Nueva.

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