Decíamos ayer (19 de febrero de 1977)

El Rey en Roma

“Todo el mundo está de acuerdo en que la visita romana del Rey ha sido de cordialidad extrema. Y en el Vaticano todos han quedado contentos. Se abre, pues, una nueva y esperamos que definitiva puerta de entendimiento. Porque, a pesar de las diplomáticas afirmaciones de mutua simpatía, es claro que esas relaciones han venido siendo difíciles. El Rey ha esgrimido, en su discurso ante el Papa, la renuncia regia al nombramiento de obispos como signo de óptima voluntad. (…) Los tiempos cambian. Los tiempos han cambiado. Y confiamos con todo el alma que cambien aún más”.

En el nº 2.648 de Vida Nueva.

Compartir