Cristianos que se quedan

JUAN GARCÍA (CÁCERES) | Entre los millares de cristianos que en los últimos meses se han visto obligados a huir de Mosul, en el norte de Irak, convertido en fortín del Estado Islámico, se encuentra Martin Baani, un joven seminarista de 24 años. Ahora vive, junto a 27 seminaristas más, en Erbil, en el Kurdistán iraquí.

Por lo que he leído, la mayoría de los refugiados quieren emprender una nueva vida en otro país, pero Martin no es uno de ellos. “Lo tendría fácil para irme. Mi familia vive ahora en California y yo ya he obtenido un visado para ir. Sin embargo, quiero quedarme. No quiero huir del problema”. Martin está terminando sus estudios de teología y pronto será ordenado sacerdote. “Gracias por vuestras oraciones –concluye Martin–. Contamos con vuestro apoyo”.

En el nº 2.297 de Vida Nueva

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