Corrupción y filtración a la prensa

JOSÉ GUTIÉRREZ RODRÍGUEZ. BARCELONA | Ante la frecuente filtración a la prensa de casos de corrupción aún en fase de investigación, cabe preguntarse si todos somos iguales ante la ley y si la presunción de inocencia puede verse dañada por tal información, si luego resulta el presunto reo exonerado de cargos en el juicio.

Es que da la casualidad de que estamos asistiendo a un bombardeo casi sistemático de informaciones cuya fuente no conocemos. ¿Es posible que los sumarios, si son secretos, puedan ser sistemáticamente revelados? ¿Y por quién?

Creo que debería haber una separación de poderes efectiva, que los tribunales hagan su labor en el sigilo del espíritu de las leyes y que no haya ante la ley nadie más importante que nadie. Si seguimos con esas maneras, algo está fallando.

Releguemos al desván de la memoria aquella célebre frase de alguien adicto al Gobierno ZP: “Las togas deben mancharse con el polvo del camino”. Miren, no, las togas deben estar pulcras e inmaculadas. Y la Justicia brillará para todos con el mismo esplendor. Eso es lo propio de un Estado de Derecho.

En el nº 2.785 de Vida Nueva.

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