Conciertos bíblicos

(Alberto Iniesta– Obispo auxiliar emérito de Madrid)

“En lo humano, se habla de escritores o músicos más o menos inspirados. En lo divino, el autor inspirado por antonomasia es el Espíritu Santo, especialmente en la encarnación del Verbo y en la inspiración de la Sagrada Escritura. Así, cada Misa es como un concierto de la música de Dios”

Misa es como la música de la Biblia. En realidad, la música no está en la partitura, aunque pueda sugerirla mentalmente al lector entendido. La música como tal aparece cuando los músicos o los cantores la interpretan. En la liturgia en general, y en la Misa en particular, los textos bíblicos se ponen de pie, proclaman, prometen y conceden lo que anuncian.

En la Misa, además, se cumple el simbolismo bíblico del libro que es comido; porque Cristo es la Palabra divina que tomamos en la sagrada comunión: Tomad y comed. Yo soy el pan vivo bajado del cielo.

La música de Dios es de tal riqueza y variedad, que es necesario desplegarla en los diversos conciertos de la Misa diaria y dominical. Después del Concilio Vaticano II, la Iglesia ha distribuido a lo largo de tres años los pasajes más importantes de la Biblia, que se proclaman en la Eucaristía en más de dos mil lenguas de la Tierra, cumpliéndose así las atrevidas palabras de Jesús: El cielo y la tierra pasaran, pero mis palabras no pasarán.

Eso no solo no impide, sino que ayuda y estimula a que cada uno pueda repasar mentalmente la partitura de la Biblia con provecho, en una lectura orante y sapiencial del texto sagrado, como recomienda el Papa en la exhortación postsinodal Verbum Domini.

En lo humano, se habla de escritores o músicos más o menos inspirados. En lo divino, el autor inspirado por antonomasia es el Espíritu Santo, especialmente en la encarnación del Verbo y en la inspiración de la Sagrada Escritura. Así, cada Misa es como un concierto de la música de Dios.

Recientemente, la BAC ha publicado la Biblia de la Conferencia Episcopal, después de un largo y concienzudo trabajo de varios años. Con esta ocasión, los días 7, 8 y 9 de febrero se celebrará en Madrid un magno congreso que es de esperar contribuya a incrementar la presencia de la Biblia en la vida espiritual y pastoral de la Iglesia española.

ainiesta@vidanueva.es

En el nº 2.737 de Vida Nueva.

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