Cáritas, la respuesta cristiana

(Domingo Martínez Madrid– Baños de Valdearados, Burgos) Cada vez son más evidentes las contradicciones de un sistema en el que el Estado se erige en garante del bienestar social de los ciudadanos y, en momentos de dramática crisis, es incapaz de dar respuesta a las necesidades básicas de las personas. Esclerosis que se agudiza con un Gobierno sobrepasado por los acontecimientos. Ante este panorama, la Iglesia apuesta una vez más, con su larga mano social de Cáritas, por la inmediata satisfacción de las necesidades. La atención a los haitianos es un ejemplo.

Según el informe presentado recientemente sobre las ayudas de Cáritas ante la crisis, parece que los poderes públicos han tirado la toalla ante la emergencia de las nuevas pobrezas y el agravamiento de las antiguas. Con más de un millón de personas en España que no perciben ningún ingreso, Cáritas ha registrado un aumento de más del 50% de personas a las que ha tenido que ayudar. Es justo preguntarse sobre la comprobada eficacia de la asistencia material, social, cultural y espiritual que aporta Cáritas frente a la parálisis del Estado asistencial y del Gobierno que lo gestiona. La diferencia radica en que la propuesta cristiana no es una ideología, sino una exigencia de realismo que parte de una conmoción por la necesidad de los hombres. Como ha dicho Benedicto XVI, la caridad siempre será necesaria, por perfectos que sean nuestros sistemas sociales. ¿Cree, Sr. director, que tienen sentido las críticas contra la Iglesia vertidas en las ultimas semanas? Y es que Cáritas es la respuesta cristiana.

En el nº 2.695 de Vida Nueva.

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