(Rafael Soto Salido– Málaga) Con su número 1.396 calla una voz valerosa, nítidamente evangélica, esforzada y puntual: la del semanario Día del Señor -algo más que la reducción de “Hojita”-. Nació en Almería hace casi un cuarto de siglo, con y en el Movimiento FAC (éste, con sus servicios editoriales tan punteros y originales).
Día del Señor fue auspiciado por los obispos de Andalucía Oriental, especialmente inspirado por el prelado Buxarrais y confiado a la sabia y creativa dirección del canónigo de Almería José Antonio Bernabé.
Servía y sirvió al ámbito parroquial, movimientos, asociaciones, etc., alcanzando 20.000 ejemplares de tirada y llegando, aparte de a las cinco diócesis de esta Provincia Eclesiástica, a Murcia, Burgos, etc.
Al fallecer el padre Bernabé se pudo continuar merced a la supervisión del sacerdote almeriense Emiliano Abad, bajo la coordinación general del obispo de Guadix. También, con el inestimable esfuerzo, capacidad y experiencia en diseño artístico y en artes gráficas de María del Carmen, Matilde y Encarnita, almas del semanario; equipo joven y maravilloso al que tantas veces felicité por su excelente buen hacer.
Servidor se honró en ser un modesto redactor-corresponsal de una publicación que cesa con igual dignidad y espléndida confección hasta su número final.
En el nº 2.668 de Vida Nueva.
