Bono y los obispos

(Germán García Ferreras– Correo electrónico) Cada vez que habla el Sr. Bono, ofrece unos titulares que los medios aprovechan para sus comentarios más o menos afortunados y de intenciones difíciles de entender. Porque el presidente del Congreso, además de político muy cualificado, presume de ser católico practicante. Ese “título” es una de las piedras que más desorientan a los católicos sencillos y otros no tan sencillos.

Recientemente, escuché por alguna emisora que los obispos se “planteaban” si debe o no negarse la comunión al Sr. Bono, por lo que dice y hace. Confieso que no sé si ése es un problema que los obispos tratan de solucionar. Pero sí que conozco las afirmaciones del secretario de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Camino, hablando en nombre de los obispos. Declaraciones en las que afirmaba que hay ocasiones en las que se debe negar la comunión. Lo cual no es condenar a nadie, sino que, según la doctrina de la Iglesia, se puede y debe negar la comunión a un creyente que se comporta en dichos y hechos como el Sr. Bono.

En el nº 2.695 de Vida Nueva.

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