Biblia y lentejas

(Nuria Calduch-Benages– Misionera de las Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret y experta en Sagrada Escritura)

“Nunca me habría imaginado la cantidad de refranes, dichos y expresiones inspirados en la Biblia (…). Venderse por un plato de lentejas. Significa ceder la honra y los derechos a cambio de cosas materiales. La expresión tiene su origen en el libro del Génesis, en el conocido relato de la venta de la primogenitura de Esaú (Gn 25, 29-34)”

Siempre me han gustado los refranes. Algunas noches, cuando me pesa el cansancio del día, acudo a ellos en busca de aire fresco, horizontes lejanos, pinceladas de ironía. Me dejo transportar durante unos minutos por su sabiduría y acabo sumida en un sueño profundo.

Hace algunos años se me ocurrió recopilar los refranes bíblicos esparcidos por nuestro refranero. Al principio me lo tomé como un pasatiempo, y al final casi se convirtió en una obsesión que no me daba tregua. Nunca me habría imaginado la cantidad de refranes, dichos y expresiones inspirados en la Biblia o relacionados con ella que nuestra sabiduría popular ha almacenado durante siglos. El resultado de mi búsqueda superó los 600, pero estoy convencida de que hay muchos más. Valga un ejemplo.

Venderse por un plato de lentejas. Significa ceder la honra y los derechos a cambio de cosas materiales. La expresión tiene su origen en el libro del Génesis, en el conocido relato de la venta de la primogenitura de Esaú (Gn 25, 29-34). Esaú era hijo de Isaac y Rebeca y hermano gemelo de Jacob. Esaú, el primero en salir del vientre materno, era un experto cazador. Jacob, por su parte, era persona muy casera. Isaac prefería a Esaú, y Rebeca a Jacob. Cierto día, Esaú regresaba de la caza, cansado y muerto de hambre. Jacob había preparado un plato de lentejas y Esaú le pidió comida. Jacob accedió, pero a cambio de la cesión de la primogenitura: “‘Véndeme ahora mismo tu primogenitura’. Dijo Esaú: ‘Estoy que me muero. ¿Qué me importa la primogenitura?’ Dijo Jacob: ‘Júramelo ahora mismo’. Esaú lo juró y vendió su primogenitura a Jacob. Jacob ofreció a Esaú pan y el guiso de lentejas; éste comió y bebió, se levantó y se fue. Así desdeñó Esaú la primogenitura” (Gn 25, 31-35). Se dice también: venderse la herencia por un plato de lentejas.

Lo dicho. Me encantan los refranes, y los bíblicos todavía más.

En el n º 2.726 de Vida Nueva.

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