Auténtico desastre ecológico en EE.UU.

Más de un mes después de la explosión y hundimiento de la plataforma petrolífera Deepwater Horizon en el Golfo de México (donde murieron, el 20 de abril, once trabajadores), las expectativas son las peores posibles: la compañía británica BP reconoce su “frustración” e impotencia para taponar la fuente del vertido incontrolado, a un ritmo de 5.000 barriles diarios (aunque se ha llegado a hablar de entre 25.000 y 95.000), amenazando las costas de cuatro Estados. Mientras la Administración Obama presiona a la petrolera y abre una investigación por el que podría ser el mayor desastre ecológico de la historia de EE.UU., Greenpeace alerta: “Nadie sabe el impacto real que esto va a tener. No se sabe el resultado, pero sí que va a tener repercusiones a largo plazo”.

En el nº 2.709 de Vida Nueva.

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