Aparecida, encuentro de comunión

(Nicolás Castellanos Franco– Obispo emérito de Palencia)

“Todo el Documento se mueve en la Eclesiología de Comunión del Vaticano II. Pero aparece una Iglesia muy centrada en sí misma. Se esperaba una Iglesia que saliese de sí misma, más en diálogo y relación con la sociedad, con los movimientos sociales emergentes”

Se cuidó con esmero moverse en un contexto de diálogo, escucha, colaboración, entendimiento, sin enfrentamiento, ni presiones, en un clima sereno de fraternidad y nunca de confrontación. 

El tema de la comunión atraviesa el Documento de Aparecida. Subraya  que “el Misterio de la Trinidad es la fuente, el modelo y la meta del misterio de la Iglesia: un pueblo reunido por la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu”. (DA 155)

Todo el Documento se mueve en la Eclesiología de Comunión del Vaticano II. Pero aparece una Iglesia muy centrada en sí misma. Se esperaba una Iglesia que saliese de sí misma, más en diálogo y relación con la sociedad, con los movimientos sociales emergentes. Podía reclamar un impulso más descentralizador y propiciar unas estructuras en que se ofrezca mayor autonomía al Pueblo de Dios. Pide reformular estructuras parroquiales, pero no insinúa cuáles.

Por más que se insista en la necesidad del laico y la mujer en la Iglesia, el Documento presenta una Iglesia excesivamente jerarquizada, clericalizada, centralizadora. Sería más pedagógico insinuar, proponer formas de devolverles protagonismo, abrir ventanas, ofrecer símbolos, signos que ayuden a descubrir la oferta de Jesús y su Reino. Los símbolos ayudan a penetrar la opacidad de las nieblas neoliberales y a levantar el vuelo de la utopía.

En vez de tantas repeticiones, haber trazado el perfil teológico y pastoral de una Iglesia sinodal, más colegial: la conjunción de carismas para la evangelización; y el memorable capítulo 15 de Medellín sobre la pastoral de conjunto, que de cada día se practica menos.

En Aparecida coexisten diversas teologías, cristologías, eclesiologías, y hay poca conexión entre el VER y el JUZGAR. La vida, que podría ser el eje de todo el Documento, no lo es, comenta Víctor Codina.

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