Adviento en tiempo de crisis

(Dolores Aleixandre, rscj) Como los bancos son tan listos, han inventado un nuevo eslogan: “La crisis como oportunidad”. En realidad, no les falta razón y, mirándolo bien, la situación que vivimos puede ayudarnos a conocer mejor a Dios. Para hablarnos de él, Jesús lo presenta en sus parábolas como un dueño codicioso y ávido que no soporta perder nada de lo que posee: se lanza a buscar su oveja hasta que la encuentra  (y eso que tenía otras 99…), y, con tal de encontrar una moneda perdida (y le quedaban otras 9…), desordena, agita y remueve la casa sin descansar hasta tenerla de nuevo entre sus manos. 

Mirad a los brokers“, podría decirnos hoy Jesús. “Si ellos contemplan con ansiedad la oscilación de las bolsas y se angustian cuando ven que están perdiendo, ¡cuánto más vuestro Padre! No tengáis miedo: vosotros valéis para él más que cualquier acción, valor, depósito o bono del tesoro…”.

En Adviento, el Dios buscador se moviliza, se aventura y se arriesga para recuperarnos si andamos perdidos. ¿Será que sin nosotros no consigue llegar a fin de mes?

En el nº 2.639 de Vida Nueva.

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