El papa León XIV ha dirigido hoy un discurso a los seminaristas de las diócesis del Triveneto, que peregrinan a Roma con motivo del Jubileo. En su intervención el Pontífice ha llamado a los futuros sacerdotes a una “confianza plena en el Señor” y a vivir su vocación como parte de una comunidad, sin caer en la autosuficiencia ni en el aislamiento.
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“Hoy nos toca continuar esta apasionante labor”, les ha dicho León XIV: “Están llamados a integrarse en esta rica historia de gracia, a custodiarla y renovarla siguiendo al Señor”.
“Protagonistas, no solistas”
El Papa ha querido también animarles ante las dificultades del camino vocacional: “Formense en la disciplina de un esfuerzo continuo, largo y difícil. Incluso los ángeles vistos en el sueño de Jacob no volaban, sino que daban un paso a la vez; imagínense a nosotros, que somos pobres hombres sin alas”. Ese esfuerzo, ha recordado, no puede vivirse desde el miedo ni la rigidez, sino desde la confianza. Y aconsejó: “Renuncien a la pretensión de que se bastan a sí mismos o de que pueden hacerlo solos”.
Así, continuó reflexionando acerca de la comunión, advirtiendo acerca de la tentación del individualismo: “No se consideren solos, ni se consideren solistas”. Recordó que, aunque cada uno es “protagonista de su propia formación”, según recoge la Ratio Fundamentalis, eso no significa que puedan recorrer ese camino en soledad.
“Protagonistas no significa solistas”, repitió. “Cultiven siempre la comunión, en primer lugar con sus compañeros de seminario. Tengan plena confianza en sus formadores, sin reticencias ni duplicidades”. Asimismo, se dirigió a los formadores: “Sean buenos compañeros en el camino de los seminaristas que se les han confiado. Ofrézcanles el humilde testimonio de su vida y su fe; acompáñenlos con sincero afecto”. Y subrayó el respaldo de la Iglesia a todo este proceso: “Sepan que todos están apoyados por la Iglesia, en primer lugar en la persona del Obispo”.