La cuarentena solidaria de Osoro: “No contagiemos el coronavirus, solo el virus del amor”

El cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, presidió hoy a las diez y media de la mañana la eucaristía de La 2 de Televisión Española. Una retransmisión inédita tras ser decretarse el estado de alarma en España. A puerta cerrada desde la capilla del colegio San José de las salesianas que, antes de la pandemia, habría estado repleta con motivo de su 75 aniversario.



Tan solo le acompañaban en el templo un sacerdote, un diácono permanente y cuatro religiosas de las dieciséis que forman la comunidad, siguiendo los protocolos marcados por el Gobierno. Junto a ellos, el equipo técnico de RTVE, a quién agradeció especialmente su servicio y el salesiano Javier Valiente como locutor.

Momento difícil

En su homilía, el vicepresidente de la Conferencia Episcopal admitió que “en España y en Europa estamos viviendo un momento difícil, todos estamos preocupados por esta situación”. Desde ahí, planteó afrontar esta crisis “con confianza, consciente de las contradicciones, pero sin miedo”. “Podamos atajarla con la seguridad de que podemos vencerla”, aseveró.

En sentido, amén de mostrar su cercanía a los enfermos y sus familias, agradeció públicamente “a todas las autoridades y los sanitarios a todos los niveles que están ayudando” a buscar soluciones con garantías a la pandemia. “Gracias por la entrega incondicional, a todos sin excepción”, subrayó.

Corazón abierto

“El Señor nos pide: no endurezcáis vuestro corazón”, comentó Osoro, que reclamó seguir la cuarentena e instó a “poner todas las fuerzas de nuestras vidas para que en estos momentos de prueba no contagiemos el virus y solo contagiemos el amor de Dios”.

Con voz rotunda y un gran eco por el vacío del templo, llamó a los cristianos a vivir esta cuarentena desde tres claves: confianza, esperanza y donación. Así, el pastor de Madrid llamó a tener “una confianza ilimitada, mantengamos la confianza en Dios, como hizo Moisés apoyándose en el bastón, que pudo quitarse la sed de la gente”.

Fragilidad

El cardenal de Madrid reclamó a los católicos “ayudar y sacar lo mejor de nosotros mismos, descubrir también nuestra fragilidad”. A partir del Evangelio dominical de la samaritana, insistió: “Hagamos lo que hizo Jesús con esta mujer: ayudémonos unos a otros”. A las salesianas les dio “las gracias por quitar la sed a tantos niños y tantos jóvenes a través de la educación a todas las dimensiones de la existencias”.

Siguiendo los protocolos sanitarios, no hubo saludo de paz y el arzobispo comulgó bajo las dos especies al igual que el sacerdote y el diácono, que lo hicieron por intinción. Las religiosas presentes, comulgaron en la boca, salvo la salesiana a la guitarra, que recibió la eucaristía en la boca, al estar animando la celebración con la guitarra.

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