Se ha estrenado en Durango (Vizcaya) parte del material que forma parte del documental “Apaiz karzela” (“Los curas de la cárcel”) que rescata la memoria de algunos de los sacerdotes encarcelados en la cárcel concordataria que el franquismo abrió en Zamora en 1968 como fruto de los acuerdos con el Vaticano.
El audiovisual recoge el testimonio de alguno de los curas que pasaron por este pabellón especial de la cárcel castellana en la que la mayoría de los reclusos fueron vascos –juntos a algún nacionalista catalán y gallego o algún que otro cura obrero madrileño o asturiano–. Hoy en día, la que fuera la cárcel provincial se levanta, conservando su estructura y el aislado edificio de los curas, a las afueras de la ciudad.
Ejercicio de memoria
Dirigido por Oier Aranzabal –junto a David Pallarés y Ritxi Lizartza–, han sido 5 años de “duro trabajo” según ha reconocido al diario El Correo. Este documental es un “ejercicio de memoria, teniendo en cuenta también que algunos de nuestros compañeros ya no están”, según el literato Xabier Amuriza y que fue encarcelado por manifestarse contra el franquismo. Él que fue uno de los sacerdotes más destacados por su defensa de la lengua vasca es de los más famosos que pasaron por el penal.
El trabajo, que se estrenará en enero de 2020, ha implicado recabar información, imágenes –como las que muestran un motín de los presbíteros– y diversos testimonios en los que se narran torturas y persecución. “Planteamos el documental como un ejercicio de memoria, hay muchas historias en la sombra que hay que sacar a la luz”, según señaló Aranzabal a Naiz.
