La Casa de Migrantes de Saltillo, bajo amenaza de muerte

El grupo armado mexicano “Los Zetas” ha amedrentado al sacerdote de este albergue que ayuda a los indocumentados en su paso hacia los Estados Unidos, pues constituyen un preciado botín para el crimen organizado

El obispo de Saltillo, Coahuila, Raúl Vera, ha denunciado que integrantes del grupo armado “Los Zetas” han amenazado al padre Pedro Pantoja, administrador de la Casa del Migrante, ubicada en esa ciudad, así como a los voluntarios del albergue por ayudar a los indocumentados en su paso por el estado de Coahuila rumbo a Estados Unidos.

Las amenazas de muerte que ha recibido el padre Pantoja se deben a ese apoyo que brinda el albergue a quienes “Los Zetas” tienen como sus víctimas.

El sacerdote Pantoja dijo que en los últimos meses han podido detectar el ingreso, a la Casa del Migrante, de integrantes del crimen organizado que se hacen pasar como guías o familiares de los indocumentados. “Tenemos códigos muy especiales para detectarlos, como su comportamiento. Y cada vez que se van nos dicen ‘te vamos a matar'”.

Intimidación sin éxito

El sacerdote señaló que como sus amenazas no los intimidan, el crimen organizado se las cobra matando a los migrantes. Precisó que ellos fueron los responsables de la caída de un grupo que en enero pasado viajaba en uno de lo vagones del tren, y quienes fueron arrojados mientras el ferrocarril estaba en movimiento.

Raúl Vera López mencionó que en lo que va del funcionamiento de la Casa del Migrante, que son aproximadamente 25 años, la Diócesis ha otorgado apoyo en alimentos y ropa, pero también al defender los derechos que les corresponden.
“Las amenazas han sido de muerte hacia la Casa del Migrante por parte de ‘Los Zetas’, pero se continuará defendiendo a migrantes y dar la cara por ellos; así se debe trabajar por un cambio social, donde no haya hambre y miseria que obligan a la sociedad a vivir en casas de interés social y donde las familias viven como ratones”.
Hizo un llamado a los católicos a integrarse en sociedad, pues de lo contrario “vamos para atrás”.
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