Juan Pablo II abrió caminos de reconciliación en Chile

Se conmemoran los 30 años de la visita de Karol Wojtyła al país

“Una visita histórica que puso a Chile en un estado de retiro espiritual continuado, con un mensaje que llegó a todos los sectores de la sociedad, indicando caminos de reconciliación”. Así calificó el cardenal Ricardo Ezzati, arzobispo de Santiago, la visita que realizara hace 30 años el entonces papa Juan Pablo II. Con ocasión de este aniversario presidió una misa a la chilena en el templo votivo de Maipú, donde resaltó que “hoy el mensaje profético del Papa Juan Pablo II tiene plena vigencia, y nuestra Iglesia quiere seguir profundizando y viviendo su mensaje”. Celebraciones similares hubo en San Bernardo, Puerto Montt, Rancagua, Temuco, La Serena.

En La Serena la conferencia 30 años: Visita Papa San Juan Pablo II contó con el arzobispo René Rebolledo y el obispo emérito de Copiapó, Gaspar Quintana, además de consagrados y laicos. En la ocasión, el profesor Javier Cortés recordó que “la visita del Papa fue una revitalización para la fe y marcó a todos los chilenos porque comenzó a cimentar un camino hacia la reconciliación, debido al momento socio-político que vivía el país, por lo que su presencia significó un mensaje de vida”.

Ambiente de mucha tensión

Se trató del 33° viaje apostólico de Juan Pablo II, esta vez a Argentina, Uruguay y Chile. En éste último generó especiales expectativas debido a que se desarrolló durante la dictadura cívico-militar de Augusto Pinochet. Aunque en cierta forma provocó alguna distención, también fortaleció expresiones masivas populares que robustecieron las organizaciones de oposición al régimen militar.

La visita tuvo lugar entre el 1 y el 6 de abril de 1987 en un ambiente de mucha tensión debido a la presión ejercida por el gobierno para apropiarse de los efectos de esta visita, lo que quedó evidenciado por la censura en la transmisión televisiva de los actos en los que estuvo el Papa y, sobre todo, por la inesperada aparición, fuera de programa, del Papa con Pinochet en una ventana del palacio de La Moneda.

Aún resuena en el país la frase que pronunciara ante una multitud: “¡Los pobres no pueden esperar! Los que nada tienen no pueden aguardar un alivio que les llegue por una especie de rebalse de la prosperidad generalizada de la sociedad”. Y complementó con énfasis: “La solidaridad como actitud de fondo implica, en las decisiones económicas, sentir la pobreza ajena como propia, hacer carne de uno mismo la miseria de los marginados y, a la vista de ello, actuar con rigurosa coherencia”.

El enorme impacto que tuvo esta visita fue recordado también en el coloquio , organizado por la Conferencia Episcopal de Chile y la Pontificia Universidad Católica de Chile. Esta iniciativa contó con la presencia del presidente de los obispos, Santiago Silva, como principal expositor. Al inicio de su conferencia, expresó: “después de 30 años del paso por Chile de este santo pastor, la preocupación excesiva por el bienestar material, cierta indiferencia religiosa y el impacto del secularismo ayudan a explicar la crisis de fe, de identidad y de sentido que experimentan muchas personas para quienes resulta difícil vivir un encuentro más personal con Dios”.

Silva recordó las ideas centrales que el papa abordó en su visita, señalando que ellas aún iluminan la realidad actual del país. Entre ellas destacó la paz en Jesucristo, la familia, la cultura, la educación y los pobres. “Lo central y estructurante de sus discursos en Chile es la persona de Jesucristo”.

Para recordarlo, cerró su alocución citando a Juan Pablo II en esta histórica visita a Chile: “Mi mensaje va destinado por igual a todos los hijos de Chile; es un mensaje pascual y por lo tanto, es un mensaje de vida: de la vida en Cristo, presente en su Iglesia (…), para promover en el mundo la victoria del bien sobre el mal, del amor sobre el odio, de la unidad sobre la rivalidad, de la generosidad sobre el egoísmo, de la paz sobre la violencia, de la convivencia sobre la lucha, de la justicia sobre la inequidad, de la verdad sobre la mentira”.

A esta conferencia siguió el panel A 30 años de Juan Pablo II en Chile. Impacto y legado de su visita, cerrando la actividad.

 

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