PARAGUAY – Ridícula sesión legislativa

El Senado aprobó cambios en su reglamento para modificar la Constitución y favorecer la reelección presidencial por enmienda

Durante una sesión extraordinaria realizada el martes 28 de marzo, el Senado de Paraguay aprobó la modificación de su reglamento interno para permitir la discusión de la reforma constitucional para la reelección presidencial. Esta propuesta aprobada, realizada por un sector de la legislación paraguaya, permite a este órgano legislativo realizar cambios en la Constitución sin necesidad de convocar a una Asamblea Constituyente.

Lo llamativo de toda esta situación es que la sesión se dio luego de que el vicepresidente segundo del Senado, Julio César Velázquez, aprobara la petición de cambio en sustitución del presidente y del primer vicepresidente, quienes se oponían a llevar adelante una sesión extraordinaria. Quienes alegan la inconstitucionalidad del procedimiento y sostienen que la reelección solo es posible a través de una reforma de la Carta Magna, son aquellos pertenecientes al Partido Liberal. Algunos legisladores denunciaron que la modificación aprobada se trató de un “golpe parlamentario”.

Pero más llamativo (al borde del papelón) fue la escena que se vivió en el Senado: en medio de gritos, empujones e insultos, un grupo de 25 senadores sesionó desde la oficina del Frente Guasú, partido del expresidente Fernando Lugo, mientras que el resto de los legisladores permanecieron en la sala de sesiones.

Sin duda, además de Lugo, quienes también estaban atentos a esta insólita situación fueron el presidente Horacio Cartes y el expresidente Nicanor Duarte Frutos, ya que los tres están interesados en presentarse como candidatos en las elecciones presidenciales del próximo año.

Atentos a estos acontecimientos políticos, los miembros del Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP), manifestó “perplejidad y preocupación por la premura y los procedimientos poco transparentes”. Lo hizo a través de un comunicado dirigido a la opinión pública, en donde exhortó: “es imperioso que los legisladores, representantes del pueblo, bajo juramento de respetar y hacer respetar la Constitución y las leyes, sean custodios celosos del orden legal establecido y ajusten estrictamente sus acciones a las normas vigentes”.

Además, los obispos pusieron en duda “las decisiones adoptadas recientemente”, sosteniendo que “son una muestra de la absoluta falta de consideración y respeto a la institucionalidad democrática que con tanto esfuerzo y esmero hemos conquistado luego de décadas de dictadura”.

“Independientemente de la discusión legal –prosiguió el comunicado–, consideramos prudente no insistir en la introducción de la figura de la reelección presidencial por la vía de la enmienda constitucional, porque está visto que produce una innecesaria tensión, crispación y polarización social y que, si no se maneja adecuadamente, podría traducirse en violencia con impredecibles consecuencias”.
Con este ejemplo lamentable, Latinoamérica muestra que aún falta mucho para construir sociedades que vivan la amistad social como una realidad concreta y no como un simple expresión de deseo.
FERNANDO COSTA. ASUNCIÓN

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