Olivera y Zordán, pastores en la tierra natal del Santo Padre Francisco.
La mañana del 28 de marzo amaneció con dos noticias de relevancia para la Iglesia argentina. El papa Francisco nombraba obispos en su país natal. Santiago Olivera, actualmente obispo de Cruz del Eje (Córdoba) fue designado ordinario castrense de la República Argentina, dando a este obispado un nuevo prelado luego de tener la sede vacante por más de 10 años.
El otro nombramiento fue el de Héctor Luis Zordán como nuevo obispo de la diócesis de Gualeguaychú (Entre Ríos), la cual estaba vacante desde el año pasado cuando Jorge Lozano fue trasladado a San Juan como arzobispo coadjutor.
A decir verdad, ambos nombramientos han causado sorpresa, tanto porque el obispado castrense se ha mantenido con un total perfil bajo durante varios años, como por la trayectoria poco conocida de Zordán. Sin embargo, estos dos obispos ya llevan sobre sus hombros la presión de pastorear a la Iglesia en el país del papa Francisco.
NICOLÁS MIRABET. BUENOS AIRES
Santiago Olivera
Olivera, de 58 años de edad, sucede en el obispado castrense a Antonio Baseotto, emérito desde 2007 cuando el papa Benedicto XVI aceptó su renuncia por edad. Sin embargo, dos años antes, Baseotto fue protagonista de una discusión política que tomó gran trascendencia mediática, cuando criticó la posición del gobierno de Néstor Kirchner a favor de la despenalización del aborto y por el reparto de preservativos. El Ejecutivo de aquel entonces, sin previo acuerdo con Roma, decidió removerlo del cargo en marzo de 2005. El Vaticano no aceptó tal decisión, por lo que continuó reconociéndolo como obispo castrense hasta que renunció en mayo de 2007. Desde aquel momento los militares y las fuerzas de seguridad estuvieron guiadas pastoralmente por monseñor Pedro Candia, quien desempeñó el cargo de administrador diocesano del obispado castrense.
En la diócesis de Cruz del Eje –de la que fue nombrado obispo por Benedicto XVI el 24 de junio de 2008–, Olivera cobró protagonismo al motorizar la canonización del Cura Brochero, constituyéndose como coactor de la causa. En marzo de 2013, meses antes de la beatificación del cura gaucho, fue nombrado vicepostulador de la causa de canonización de la sierva de Dios María Antonia Paz y Figueroa, conocida popularmente como Mama Antula.
El nombramiento de Olivera para el obispado castrense llega en el año en que el gobierno del Mauricio Macri tiene previsto destinar unos 300 mil dólares para reparar materiales y comprar aviones, y así recuperar la capacidad militar y el equipamiento de las Fuerzas Armadas.
Educador y párroco
El misionero de los Sagrados Corazones de Jesús y de María, Héctor Zordán, con 60 años, llegará a la diócesis entrerriana de Gualeguaychú durante los primeros días de mayo, luego de su ordenación episcopal. Actualmente párroco de Nuestra Señora de los Dolores, en el barrio porteño de Caballito, nació en la localidad de Calchaquí, provincia de Santa Fe. Ingresó en la comunidad de los Misioneros de los Sagrados Corazones de Jesús y de María en 1976 e hizo su profesión perpetua el 14 de agosto de 1983.
Ordenado sacerdote el 17 de marzo de 1984, ha desempeñado diversos cargos en la pastoral escolar y en el gestión educativa en su congregación. También fue párroco de San Roque, de Capitán Bermúdez (Santa Fe), hasta llegar a la arquidiócesis de Buenos Aires, en donde conoció en profundidad al cardenal Jorge Bergoglio. Primero como párroco de Nuestra Señora de los Dolores y más tarde, además, como miembro del Consejo Presbiteral de Buenos Aires.
En la congregación de los Misioneros de los Sagrados Corazones de Jesús y de María fue rector de la comunidad de Capitán Bermúdez, maestro de novicios, formador y promotor vocacional. También se desempeñó como delegado del Superior General para Argentina. Actualmente es el vice postulador de la causa de beatificación del siervo de Dios Pascual Pirozzi.
Con este nombramiento del papa Francisco, la Iglesia argentina suma un nuevo pastor.
