Anacronismos

Fernando Sebastián, cardenal arzobispo eméritoFERNANDO SEBASTIÁN | Cardenal arzobispo emérito

El anticlericalismo es una herida abierta en la historia de España y en la vida de los españoles. Todo existe por algo. El anticlericalismo es la reacción contra el clericalismo evidente de nuestra historia. Esta contraposición pasó a la política en la Ilustración y, desde entonces, divide a los españoles y distorsiona nuestra vida social en todos sus aspectos.

Los católicos pensábamos que con los cambios promovidos por el Concilio Vaticano II, y aceptados sinceramente por la Iglesia española, poco a poco desparecerían de nuestra sociedad tanto el clericalismo como el anticlericalismo.

El clericalismo sí ha desaparecido. Hoy la Iglesia no interviene en política, ni tiene privilegios civiles, ni ejerce ninguna autoridad sobre las instituciones civiles. Ni puede ni quiere hacerlo.

Pero el anticlericalismo sigue pujante. Tenemos manifestaciones recientes de ello. Podemos e Izquierda Unida quieren suprimir la misa de La 2 y quieren suprimir también los capellanes castrenses. Dicen que eso es confesionalismo. Pero no es verdad. Eso es pura democracia.

En democracia, las instituciones públicas están al servicio de los ciudadanos y no al servicio de las opiniones de los políticos. TVE es un ente del Estado, pero es que el Estado entero tiene que estar al servicio de los ciudadanos, de todos, al servicio de sus deseos legítimos y saludables. Los millones de españoles católicos tienen todo el derecho a serlo y tienen todo el derecho a que las instituciones del Estado les ayuden a profesar y vivir la religión que ellos, como personas y ciudadanos libres, han elegido, como los españoles protestantes, musulmanes o ateos.

Con los principios de esos partidos políticos, los españoles perderíamos la libertad de adorar a Dios y a su enviado, Jesucristo; perderíamos la libertad de vivir y manifestarnos como católicos. Eso no es democracia y atenta contra nuestros derechos de hombres libres. No podemos consentirlo.

Publicado en el número 3.030 de Vida Nueva. Ver sumario

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