Por qué va el papa Francisco a Egipto

papa Francisco y Ahmed Mohamed el-Tayeb, imán de la mezquita de Al-Azhar, Vaticano 23 mayo 2016

El Pontífice visitará El Cairo los días 28 y 29 de abril

papa Francisco y Ahmed Mohamed el-Tayeb, imán de la mezquita de Al-Azhar, Vaticano 23 mayo 2016

El Papa y el Gran Imán de la mezquita de Al-Azhar, Ahmed el-Tayeb, en su histórico encuentro en 2016

MARÍA GÓMEZ | Apenas siete días después de haber dicho que el viaje todavía “está en estudio”, el director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, Greg Burke, ha confirmado que el papa Francisco viajará a Egipto los próximos días 28 y 29 de abril. En el escueto comunicado, con fecha de 18 de marzo, solo se dice que visitará El Cairo y que próximamente se anunciarán otros detalles. Francisco será el segundo papa en visitar el país, después de Juan Pablo II, que lo hizo en el año 2000.

Francisco responde a las invitaciones realizadas por las autoridades civiles y religiosas: el presidente de la República, Abdelfatah Al-Sisi (que estuvo en el Vaticano en noviembre de 2014); los obispos de la Iglesia católica; el patriarca de la Iglesia copta de Alejandría, papa Tawadros II; y el Gran Imán de la mezquita de Al-Azhar, Ahmed Mohamed el-Tayeb, principal autoridad del islam sunnita.

Apoyo a la minoría cristiana discriminada

El viaje se produce en un momento en el que la minoría cristiana copta vuelve a sufrir una oleada de ataques por parte de los islamistas radicales. El más grave de los últimos años tuvo lugar en diciembre, cuando un atentado contra un templo cercano a la catedral copta causó 25 muertos y medio centenar de heridos.

Francisco no ha dejado nunca de denunciar esta violencia y fanatismo, punto en el que coincide con las autoridades religiosas del islam, y la visita a las comunidades resultará tanto un apoyo y consuelo como una manera de posar la mirada internacional sobre ellas.

Según el Informe de Libertad Religiosa 2017 de Ayuda a la Iglesia Necesitada, la situación actual supone una “mejoría” con respecto a 2014. No obstante, en el estudio también se listan varios ejemplos de la discriminación y persecución que sufren los cristianos.

Deshielo con Al-Azhar

Por otra parte, el viaje será un hito muy importante en las relaciones entre el Vaticano y el islam. Ya fue muy significativa la histórica visita que el imán Ahmed el-Tayeb hizo a Francisco en mayo de 2006. El encuentro sirvió para reanudar las relaciones entre la Santa Sede y la universidad de Al-Azhar –uno de los centros de estudios más prestigiosos del islam–, que se habían enfriado desde el discurso de Benedicto XVI en Ratisbona en 2006 (en el que se malinterpretó una cita que hizo el Papa relacionando islam y violencia) y que se rompieron directamente en 2011, a consecuencia de unas declaraciones de Ratzinger a favor de la minoría cristiana copta, violentamente perseguida en el país.

Cinco años después, el imán y el Papa escenificaban el deshielo, que será definitivo en El Cairo. Posiblemente, se repetirá la imagen del Pontífice hablando con y ante personalidades del islam, como ocurrió en el encuentro interreligioso en la mezquita Heydar Aliyev en Bakú, el pasado 2 de octubre, durante el viaje a Georgia y Azerbaiyán, donde pidió “vencer la tentación de instrumentalizar el factor religioso” y clamó: “¡Nunca más violencia en nombre de Dios!”.

 


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