URUGUAY – ¿Caso cerrado?

Polémico fallo de una jueza reaviva la discusión sobre el aborto

En la ciudad de Mercedes, capital del departamento de Soriano, un hombre y una mujer tienen una relación durante algunos meses. No es una relación muy comprometida, ni emocionalmente ni en ningún otro sentido, pero, durante un tiempo, coinciden y generan un vínculo. Luego la relación se termina. Sin embargo, algo ocurre que complejiza la situación: ella queda embarazada. Piensa y decide, finalmente, no tener al bebé porque considera que no es el momento indicado en su vida. En Uruguay el aborto es legal desde octubre de 2012, hasta las 12 semanas de gestación. Si bien la ley estipula ciertas condiciones al proceso, puede realizase por cualquier motivo.


En un primer momento, él apoya esta decisión, pero al poco tiempo se da cuenta de que no quiere acabar con la vida de su hijo, y trata de convencerla para que cambie de opinión. Le asegura que él se hará cargo del niño o de la niña completamente a partir del momento de su nacimiento y que, luego de unos meses de embarazo, ella quedará deslindada de toda responsabilidad. Intenta convencerla, pero nunca tuvo éxito.

¿Qué margen de maniobra deja la actual legislación uruguaya para hombres que, como este “mercedario”, quieren luchar por la vida de su hijo? Oficialmente ninguno: la ley establece sólo la voluntad de la mujer es la que importa y la figura del padre no es siquiera mencionada en ella. Sin embargo, este hombre resolvió tomar acción por vía judicial, aunque no existiera en el país ningún precedente de este tipo. Con la esperanza de estar haciendo camino al andar, presentó un recurso de amparo oponiéndose a que la mujer continuara con este proceso de “interrupción voluntaria del embarazo”. Sumado a ello también presentó un recurso de inconstitucionalidad sobre la Ley 18.987.

La jueza correspondiente –quien casualmente se llama Pura Concepción Book– falló a favor de este hombre, determinando que se interrumpiera el proceso iniciado por la mujer. Además, el recurso de inconstitucionalidad fue remitido por ella a la Suprema Corte de Justicia. El fallo se basó en argumentos de forma respecto al procedimiento, alegando que no se habían cumplido los pasos estipulados por la ley ya que el protocolo establece que la mujer debe informarle a su médico las razones que la han llevado a tomar esta decisión, y tal información no aparece en su historia clínica. También hizo referencia a la protección del derecho a la vida desde la concepción, estipulada en el pacto de San José de Costa Rica y en la Constitución.

“Encarar con ligereza la procedencia de estos procedimientos destinados a interrumpir la vida de un ser protegido legalmente, sin cumplir con los requisitos señalados, o dando razones no probadas de ellos, implicaría prácticamente entender al aborto como un medio interruptivo de la vida humana, de fácil y rápido acceso, en contra de toda la normativa nacional sobre el tema de acuerdo a la interpretación lógico sistemática del orden jurídico”, expresó la magistrada en la sentencia.

Debate en torno a la ley

El fallo desató una fuerte polémica en todo el país, desde quienes la alababan por su valentía hasta quienes la condenaban por su falta de profesionalismo. Incluso, tanto ella como el abogado de este hombre recibieron una gran cantidad de críticas, insultos e incluso amenazas a través de las redes sociales. Varias autoridades de distinto tipo realizaron también declaraciones al respecto.

El diputado Carlos Iafigliola lo definió como un “fallo histórico” que “nos llena de esperanza”, ya que por primera vez se pone al padre como sujeto de derecho ante el niño en el vientre materno. Por el contrario, Lilián Abracinskas, directora de la ONG Mujer y Salud Uruguay, calificó el fallo como “cruel” y aseguró que la intensión es dilatar el asunto para que se venzan los plazos. Si bien la mujer presentó una apelación al fallo, las chances de que la resolución no llegue antes de las 12 semanas es muy alta. “Lo que está haciendo la jueza es abrir de nuevo el debate sobre la ley, algo que no es su potestad”, sentenció.

Además, remarcó que el 100 por ciento de los ginecólogos de esta ciudad han hecho objeción de conciencia –libertad que la normativa habilita para los individuos, pero no para las instituciones–, lo que dificulta seriamente el acceso a algo que es, desde 2012, un derecho de la mujer. El expresidente Julio María Sanguinetti, por su parte, agregó: “¿Puede una señora juez, por sí y ante sí, actuar como si esa norma no existiera? Ella tendrá su convicción religiosa, que respetamos, pero debe saber que en la República las leyes deben cumplirse, guste o no guste”. Además, remarcó que la actual legislación se basa sobre la hipótesis –compartida en otros lugares del mundo– de que no se puede hablar de vida humana antes de las 12 semanas de gestación, por lo que muchos de los argumentos presentados carecen de sentido. Además, 16 organizaciones firmaron una carta en rechazo de la resolución.

En medio de la polémica, la mujer declaró que no podía cursar el embarazo debido a una lesión presente en su útero. En el caso de su hijo anterior, que ya tiene 5 años, el proceso fue sumamente complejo y, a pesar de los cuidados procurados, el bebé tuvo que estar varios meses en cuidados intensivos.

El cardenal Daniel Sturla, arzobispo de Montevideo, se manifestó a favor de este fallo, pero a la vez complejizó la cuestión incluyendo el drama humano de fondo: “Por supuesto que estoy de acuerdo con que se trate de salvar la vida del niño. Entiendo que esa criatura tiene el derecho principal, que es el derecho a la vida. Pero también entiendo que es un caso que hay que tratar con sumo respeto y delicadeza, porque creo que ninguna madre toma una decisión de esa naturaleza sin que viva un drama existencial muy profundo”.

Finalmente, luego de tanto debate, la discusión se vio abruptamente interrumpida, ya que la mujer tuvo un aborto espontáneo, que adjudica al estrés de la situación en la que se vio envuelta.
Sin embargo, las acusaciones legales no concluyen allí: el hombre quiere hacerle un juicio a ella porque desconfía de este final, y ella piensa hacerle otro a la jueza por la situación que le hizo vivir.

PABLO RAMALA. MONTEVIDEO

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