Música para tardes de Cuaresma en Madrid

XXVII festival de arte sacro de la Comunidad de Madrid 2017

El Festival de Arte Sacro une música antigua y ‘jazz’ vanguardista en una convocatoria de 43 conciertos

XXVII festival de arte sacro de la Comunidad de Madrid 2017

Desde el 2 de marzo y hasta el 7 de abril se celebran 43 conciertos en 21 espacios

JUAN CARLOS RODRÍGUEZ | Reflexión, meditación, trascendencia, espiritualidad. Música clásica –y también experimental o vanguardista– para las tardes de Cuaresma. Es lo que propone la XXVII edición de un Festival Internacional de Arte Sacro de la Comunidad de Madrid que sigue revitalizándose de la mano de Pepe Mompéan y su empeño por ampliar el concepto de “música sacra” a géneros como el jazz, sin olvidar el inmenso repertorio renacentista y barroco: este año conmemora el 450º aniversario del nacimiento de Claudio Monteverdi, pero también el IV centenario de la muerte de Alonso Lobo, el gran polifonista sevillano.

“Como otras iniciativas culturales que desarrolla actualmente la Comunidad de Madrid, apostamos por la calidad y por una atractiva programación que se dirija a todos los públicos”, explica Mompeán. “Somos un reflejo de la propia sociedad en la que vivimos, con un público más complejo que posee unos gustos cada vez menos encorsetados —explica a Vida Nueva—. La programación cultural de la Comunidad de Madrid se alinea, además, con esa idea, en el sentido de que las fronteras entre las diferentes disciplinas artísticas o entre diferentes lenguajes musicales son cada vez más permeables e invisibles. A alguien que le gusta la belleza de la música, debería saber disfrutar de Bach, Coltrane o Nick Cave sin ponerse ningún límite”.

La espiritualidad de J. S. Bach, el lamento de Haydn, el dolor de Chopin, la meditación de Brahms y el misticismo de Liszt protagonizan, en cualquier caso, gran parte de los 43 conciertos, que ocuparán –desde el 2 de marzo hasta el 7 de abril– un total de 21 espacios, entre ellos iglesias de Madrid como San Jerónimo el Real, San Miguel, San Ginés, Santa Bárbara, San Antonio de los Alemanes, San Millán y San Cayetano o la del Real Monasterio de la Encarnación.XXVII festival de arte sacro de la Comunidad de Madrid 2017

El cuarteto de cuerdas La Guirlande, por ejemplo, lleva a san Marcos En el nombre del Padre, un homenaje a Bach y su música plagada de enigmas, referencias, juegos, sensualidad y religiosidad, pero también, especulación abstracta y pura matemática. A la vez, Bach es el gran protagonista del Acto místico, que estrenará en el Teatro de la Abadía el actor Ernesto Alterio y el Federico Lechner Trío o el Jazz about Bach del Ariel Brínguez Quartet en los Teatros del Canal.

El jazz es la gran incorporación al repertorio de la música sacra. “Queremos romper moldes, superar los prejuicios y mostrar al público que ir un paso más allá siempre es posible”, señala Mompeán. Y reaparece en una serie de conciertos reunidos bajo el ciclo Sacros singulares, donde destaca la presencia del pianista norteamericano Uri Caine. Pero también estrenos como La consagración de la Primavera, en el que el Moisés P. Sánchez Ensemble reinterpreta a Stravinsky.

Otro punto culminante será el Flamenco sufí del multinstrumentista de origen persa afincado en Madrid Mijad Javadi y el Antonio Lizana Quartet. Otro contrapunto lo forman el Nua Trío, donde el incombustible Javier Colina se ha unido al percusionista Jesús Mañeru y a Mu Mbana, polifacético músico de Guinea Bissau, que en N’Zambi narran e interpretan esta teodicea africana.

Mística y lo experimental

La amplia programación que ofrece el festival es capaz de ir en busca de lo místico a través de música experimental, pero mantiene como referente a formaciones españolas de música antigua y renacentista de primerísimo nivel, que gozan de un gran prestigio internacional, como la sevillana Accademia del Piacere, que se adentra en la espléndida música espiritual romana de principios del siglo XVII, con protagonismo de Domenico Mazzochi.

En esa Roma también se interpretaba a Monteverdi, padre de la ópera moderna. El Collegium Musicum Madrid estrena una nueva versión de su Vespro della Beata Vergine a partir de la edición veneciana de 1610 para el papa Paulo V. La Camerata Iberia, además, ofrecerá un recorrido por su repertorio sacro en Cantante domino. Concerto Spirituale. El prestigioso conjunto La Spagna de Alejandro Marías ofrecerá su Telemann íntimo y sagrado, al celebrarse este año también el 350º aniversario de su muerte. Y hay mucho más.

“Afortunadamente, la música antigua lleva ya de moda bastantes años en España gracias al enorme trabajo de pioneros como Jordi Savall o José Miguel Moreno, que abrieron un camino que aún disfrutamos –explica Mompeán–. Sí es cierto que en los últimos años ha aparecido, particularmente en la Comunidad de Madrid, una nueva generación de músicos con una calidad y creatividad asombrosas, que ha provocado un espectacular avance en el panorama artístico español y ha hecho que nuevos públicos se acerquen con una curiosidad renovada a este tipo de músicas”.

Esa es una de las claves del éxito del festival. La presencia en su programa del quinteto Música Boscareccia o el Concerto 1700, que se adentra en el repertorio de músicos esenciales del renacimiento en España. O como El Canto del Orfeo, dirigida por Leonor de Lera, que explora en Ad Servitium Ecclesiae un recorrido por compositores del siglo XVI y XVII que estuvieron al servicio de la Iglesia y fueron sacerdotes o formaron parte de alguna orden, como Tarquinio Merula, Giovanni P. da Palestrina o Francesco Cavalli.

Esta edición incorpora ciclos como el denominado Músicas infinitas, con repertorios de compositores contemporáneos, como el estreno de las Cuatro visiones desde la distancia, del Grupo Sax Esemble, con obras de Gabriel Erkoreka, Valentín Ruiz, Enrique Muñoz y Mario Carro, que miran hacia Renacimiento y el Barroco. Entre los que destaca la pieza de Valentín Ruiz, Así habló el Nazareno (2017), una evocación musical estructurada básicamente como una suite y que busca la proyección emocional-espiritual contenida en las siete cláusulas que dividen el Padre Nuestro.XXVII festival de arte sacro de la Comunidad de Madrid 2017

Otros dos ciclos son Piano místico –con conciertos de Noelia Rodiles, Pierre Delignies o Andrés Navarro– o El universo en un grano de arena, con la intervención con Ignacio Prego interpretando con su clave Las variaciones Goldberg, de Bach. O la viola de Isabel Villanueva y sus Mensajes trascendentales, que unen a Bach con un músico contemporáneo aparentemente con poco en común como Gyurgy Kúrtag.

Redescubriendo a Alonso Lobo cuatro siglos después

El IV centenario de la muerte de Alonso Lobo, el gran polifonista sevillano, servirá para reivindicar su repertorio, prácticamente olvidado. El contratenor Carlos Mena y el dúo de vihuelas Delitiae Musicae recorrerá la biografía musical de quien llegó a ser maestro de capilla de las catedrales de su ciudad natal, Osuna, Sevilla y Toledo.

El concierto O quam suavis est ofrece las principales composiciones de música sacra, misas y motetes, pasiones, lamentaciones, salmos e himnos, que se han conservado. Además, el Coro Victoria recuperará un Ordinario de Misa, tres motetes y dos antífonas de su Liber Primus Missarum.

El programa de O rex Gloriae contrapone también composiciones de Francisco Guerrero y Palestrina, sus dos principales referentes, así como de Tomás Luis de Victoria, el músico más célebre de su generación. Guerrero y Victoria, junto a repertorios de Juan del Encina y los británicos William Byrd o John Sheppard, protagonizan, además, los cuatro días de conciertos del grupo vocal Gradualia, que presenta un programa de piezas musicales renacentista con Cristo como protagonista: Dios y Hombre. Pasión, Muerte y Resurrección.

Publicado en el número 3.027 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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