Los cristianos huyen del Sinaí como “presa favorita” del yihadismo

dos mujeres cristianas de Egipto tras huir del país por la violencia y persecución del Estado

Los principales grupos islámicos de Egipto condenan la oleada de ataques selectivos

dos mujeres cristianas de Egipto tras huir del país por la violencia y persecución del Estado

Una familia, a su llegada a una iglesia evangélica de Ismailía

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA | Más de 100 familias cristianas coptas han abandonado estos días sus hogares en El Arish, al norte de la península del Sinaí (Egipto). Lo hacen presas del pánico desatado, en las últimas semanas, por los atentados selectivos (que ya se han cobrado siete vidas) contra miembros de su comunidad, obra de comandos yihadistas fieles al Estado Islámico. En un vídeo colgado en Internet por los presuntos autores de esta campaña, afirman que los cristianos coptos son su “presa favorita”.

Por ahora, las familias desplazadas se están concentrando en Ismailía, a algo más de 100 kilómetros de El Cairo, acogidas por sus autoridades civiles y eclesiales, de diferentes confesiones cristianas. Allí cuentan sus historias, que van desde un padre asesinado tras ver cómo quemaban vivo a su hijo a un hombre sacado a punta de pistola de su casa para ser tiroteado ante su familia. Otras víctimas fueron disparadas desde coches que pasaban a su lado.

Como recoge Fides, las principales instituciones islámicas de Egipto han rechazado los ataques. La Casa de la Fatwa, presidida por el Gran Muftí, ha denunciado que la pretensión de los asesinos es “sabotear la unidad nacional”. El partido salafista Al-Nur se ha sumado a la condena y ha reiterado que tales actos “van en contra de las enseñanzas del islam”. El primer ministro, Sherif Ismail, se ha puesto en contacto con el patriarca copto ortodoxo, Tawadros II, para expresarle su pesar y tratar de buscar una estrategia para acoger a las familias desplazadas.

El 26 de febrero, aunque sin referirse directamente a estos últimos sucesos, el cardenal Jean-Louis Tauran, enviado por el Papa para participar en su nombre en un congreso sobre diálogo interreligioso organizado en El Cairo por la Universidad Al-Azhar, la principal institución mundial de la rama islámica suní, dejó esta frase dirigida a los radicales: “Los terroristas querrían demostrar que no es posible vivir juntos con los musulmanes; nosotros afirmamos lo contrario. Encuentros como el que aquí se ha realizado son dones para la humanidad, porque demuestran que existe la posibilidad de trabajar juntos”.

Publicado en el número 3.026 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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