ARGENTINA – Educar, introducir a la realidad total

El Curso de Rectores del Consudec se centró en el amor como eje de la educación.

No quedan dudas. Quien decide dedicarse a la educación necesariamente tiene que ser una persona que ama. Porque educar significa entregarse, abrir caminos y, como dijo el papa Francisco en el discurso de apertura del Congreso Mundial de Educadores Católicos de 2015, educar es “una introducción a la realidad total”.

Justamente, el amor como parte de la educación fue el eje que guió el 54° Curso de Rectores organizado por el Consejo Superior de Educación Católica (Consudec), que se llevó adelante en la ciudad santafecina de Rosario del 7 al 10 de febrero.

Bajo el lema El que educa ama, cientos de educadores, entre directores, representantes legales, profesores y maestros, aprovecharon cuatro días frescos y de intenso sol, para profundizar sobre distintos temas que hacen a la actividad escolar cotidiana.

En el acto de apertura estuvieron presentes el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz; el arzobispo de Rosario y presidente de la Comisión Episcopal de Educación Católica, Eduardo Martín; el emérito de Rosario, Eduardo Mirás; el director de Asistencia Técnica para la Educación de Gestión Privada del Ministerio de Educación de la Nación, Enrique Martín; la intendenta de Rosario, Mónica Fein; el presidente del Consudec, José Álvarez; la vicepresidenta, María Inés Rubí, y el secretario de Consudec y secretario ejecutivo de la Comisión Episcopal de Educación Católica, Francisco de Luca. Además, participaron el presidente de la Federación de Asociaciones Educativas Religiosas de la Argentina, el lasallano Ramón Martín Digilio, y el director del Departamento de Teología de la Universidad de San Dámaso de Madrid, el doctor Javier Prades López.

En su discurso de bienvenida, el arzobispo Martín destacó la importancia del encuentro, que se realiza de forma ininterrumpida desde hace más de 25 años, el compromiso y la lucha diaria de los educadores católicos, y deseó que esta nueva edición del curso “reavive la pasión de educar en todos”. Luego mencionó los síntomas de disolución que se encuentran presentes en las instituciones educativas: “deserción escolar, desinterés, individualismo, acoso escolar, violencia, drogadicción”. Por eso, conideró necesaria “una educación que esté a la altura de la naturaleza del ser humano, a la medida de su corazón”.

En seguida, se refirió al lema señalando que “la palabra principal que nos convoca es amar”, y que “se educa todo el tiempo: los niños y los jóvenes nos miran todo el tiempo, ellos se dan cuenta de cómo estamos parados frente a la vida”.

“Tenemos una originalidad propia –aseguró el prelado–, un tesoro que hemos recibido, desde que Jesús nos dijo: ‘Vayan y enseñen’. De esta manera la Iglesia contribuye al bien común ya que educando buenos cristianos se educan buenos ciudadanos para la ciudad terrena, y esta es una gran necesidad para nuestro país”. Y finalizó las palabras de san Juan Bosco: “Nunca olviden que hacen las veces de padres de nuestros amados jóvenes, miremos como hijos a aquellos sobre quienes ejercemos autoridad. Pongámonos a su servicio, a imitación de Jesús, el cual vino para obedecer y no para mandar. Mantengamos sereno nuestro espíritu, evitemos el desprecio de la mirada, las palabras hirientes; tengamos comprensión en el presente y esperanza en el futuro, como conviene a unos padres de verdad.”

 

“El que te ama te educa”

Como instancia de capacitación para la comunidad educativa católica de toda la Argentina, este Curso de Rectores ofreció a los participantes trabajar distintos temas mediante conferencias centrales, tutoriales, paneles, experiencias y momentos culturales.

También hubo espacios para la formación de representantes legales a través de distintas conferencias que abordaron diversas realidades en torno a la administración y la gestión de la institución educativa.

El último día, el presidente del Consudec, presbítero José Álvarez, cerró el 54º Curso de Rectores. En su mensaje afirmó: “un amor verdadero educa con una presencia, con una compañía, con un educarte para que vos seas más”.

“El que te ama te educa –sostuvo–, te da los elementos para vivir la vida. Jesús dice el discurso del pan de vida y no entendían nada, pensaban que era caníbal y se fueron, y yo tampoco me quedaría. Se quedaron los discípulos, no les explicó, sino que les preguntó: ¿ustedes también quieren irse? Los puso frente a las razones por las que los seguían, y Pedro no le pidió explicaciones, sino que se refirió a la experiencia que venían haciendo, tocaban el cielo con las manos, a eso se refiere con las palabras de vida eterna”.

“El que te ama te educa. Sólo desde las lágrimas, desde la confusión del imprevisto, sólo desde el grito del corazón que pide la presencia de Él, solo desde una vida así que no es tuya, sólo desde la vulnerabilidad y de la nostalgia, aprendemos; el tiempo del aprendizaje no se agota. Frente al drama de la vida, el que te ama no te anestesia. Sólo en una experiencia de amor el corazón se deja vencer. Dejate vencer por la realidad que te da el que te ama. Dejémonos vencer por el gran maestro que te ama y te educa”, concluyó.

ROXANA ALFIERI. ROSARIO

 

IMÁGENES:

ARG-consudec1 / EPÌGRAFE: El arzobispo Eduardo Martín dio la bienvenida a los educadores.

ARG-consudec2 / EPÌGRAFE: El gobernador Lifschitz valoró el debate que apunta a los principales problemas educativos.

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