Encuentro en Boston: una teología con alma para tiempos difíciles

Primer Encuentro Iberoamericano de Teología en Boston febrero 217

La “periferia” iberoamericana apuesta por una Iglesia que dialoga con el mundo

Primer Encuentro Iberoamericano de Teología en Boston febrero 217

Olga Consuelo Vélez, Juan Carlos Scannone y Roberto Tomichá

CARMEN MÁRQUEZ BEUNZA (BOSTON) | El 10 de febrero concluyó en el Boston College el encuentro que ha reunido durante una semana a cuarenta teólogos y pastoralistas de América Latina, Estados Unidos y España con el objetivo de evaluar el presente de la teología iberoamericana y discernir los retos del futuro. Entre los asistentes, figuraban los teólogos Gustavo Gutiérrez, Juan Carlos Scannone, Carlos M. Galli, Roberto Goizueta, Rafael Luciani, Félix Palazzi, el cardenal Baltazar Porras o el obispo Raúl Biord.

A lo largo de la cita han resonado aquellas palabras que el papa Francisco escribió con ocasión del centenario de la Facultad de Teología de Buenos Aires y que Scannone recordó en su intervención: “La teología (…) debe acompañar los procesos culturales y sociales, especialmente en las transiciones difíciles”. Por ello, tratar de discernir lo que el Concilio Vaticano II denominó “signos de los tiempos” era uno de los objetivos principales de los teólogos reunidos en Boston. En ese sentido, la globalización, las migraciones y la exclusión económica se manifestaron como grandes desafíos que caracterizan nuestra época y a los que la teología debe responder.

Evangelio y cultura

En las jornadas se ha hablado de la necesidad de evangelizar los procesos de globalización. Se ha apuntado a las migraciones como un desafiante fenómeno que afecta a América y a Europa. Se ha reafirmado la voluntad de seguir haciendo teología desde la seña identitaria de la teología latinoamericana posconciliar: el deseo de buscar el rostro de Cristo en los pobres. Y se ha señalado la necesidad de prestar mayor atención a la religiosidad popular, que se ha revelado a lo largo del encuentro como una matriz cultural de América Latina y constituye una gran oportunidad para una teología inculturada, pues es un ámbito privilegiado en el que la cultura y el Evangelio se han entrelazado.

La sesión dedicada a la teología latina desarrollada en Estados Unidos resultó de gran interés. Los teólogos Goizueta, Hosffman Ospino, Nancy Pineda-Madrid y Michael E. Lee presentaron las líneas maestras de una teología que pone el énfasis en la religiosidad popular y la vida cotidiana de los hispanos.

En el actual contexto político estadounidense, resultó un signo profético que el encuentro se realizase íntegramente en español y que concluyera con una celebración en la iglesia de San Ignacio del Boston College con los movimientos populares, sociales y religiosos. Allí pudo escucharse el sobrecogedor testimonio de la dura realidad que viven los inmigrantes latinos. Como escribió irónicamente un periodista, “la teología latinoamericana cruza el muro”.

Entre las intuiciones que se escucharon en los diálogos conclusivos: la apuesta, formulada por el obispo venezolano Raúl Biord, por una teología “radicalmente espiritual y pastoralmente misionera”; la llamada de Gutiérrez a no olvidar, como recuerda la Dei Verbum, que la Sagrada Escritura es el alma de la teología, para no caer en lo que describió como una teología “desalmada”, sin alma; o la convicción formulada por Galli de que la Iglesia en el tercer milenio está reencontrando su historia original como historia periférica y que el camino Jerusalén-Atenas-Roma está indicando un proceso de expansión del cristianismo de la periferia al centro que no debe ser solo un recuerdo. Al finalizar, queda el deseo de seguir dialogando, tendiendo puentes y repetir la experiencia en el futuro.

Publicado en el número 3.024 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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