El Vaticano lidera la lucha mundial contra el tráfico de órganos

papa Francisco con Antonio Spadaro director de La Civiltà Cattolica numero 4000 febrero 2017

Identificado con la trata de personas, se denuncia como “un crimen” y “una forma de esclavitud”

papa Francisco con una mujer con discapacidad en la audiencia febrero 2017

Francisco saluda a un grupo de personas con discapacidad en la audiencia general del 8 de febrero

ANTONIO PELAYO (ROMA) | “Marcelo, creo que sería bueno tratar sobre la trata de personas y la esclavitud moderna; la trata de órganos puede tratarse en conexión con la trata de personas. Muchas gracias. Francisco”. Con esta nota escrita de su puño y letra, Bergoglio pedía a su compatriota el arzobispo Marcelo Sánchez Sorondo, canciller de la Academia Pontificia de las Ciencias, unas jornadas de estudio. Respondiendo a esta petición, ha tenido lugar en el Vaticano, los días 7 y 8 de febrero, la cumbre Tráfico de órganos y turismo de trasplantes, en la que han participado más de medio centenar de especialistas de los cinco continentes.

En el texto introductorio de este congreso, celebrado en la Casina Pío IV del Vaticano, se afirma que esta práctica “se ha convertido en una forma de esclavitud que explota a trabajadores en condiciones de servidumbre, poblaciones migrantes, refugiados que huyen de los genocidios que se cometen en su países de origen, prisioneros ejecutados y menores; en una palabra, a los desposeídos y excluidos”.

Los participantes podíamos dividirlos entre los que representaban a países víctimas de este indecente tráfico (Brasil, México, Pakistán, India, Tailandia o Filipinas) y a los de los compradores, especialmente Estados Unidos, Australia, los países del Golfo y, más en general, el Occidente opulento. En la cita se dieron cifras horrendas, como que un riñón “comprado” por 2.000 dólares en el Tercer Mundo puede ser vendido por 70.000.

Al final de sus deliberaciones, los presentes firmaron una declaración de 11 puntos en la que ratificaron que el tráfico de órganos es “un verdadero crimen contra la humanidad”. El documento anima a las “donaciones éticas de órganos y condena la trata de seres humanos que tiene como objetivo la remoción y el tráfico de órganos”; al mismo tiempo, invita a los gobiernos a que pongan en marcha un sistema ético y legal de donaciones y creen registros de trasplantes que favorezcan la denuncia de los casos sospechosos.

Importante presencia la de China (aunque muy criticada por ciertos activistas, que señalan al país asiático como uno de los principales impulsores del tráfico de órganos), representada por Huang Jiefu, presidente del Comité Nacional para la Donación de Órganos y los Trasplantes, y uno de sus miembros, Haibo Wang. El primero declaró que no se consideraba un representante político de su país, pero señaló su voluntad de seguir cooperando con el Vaticano en esta delicada materia.

Jiefu, cirujano, fue en su día viceministro de Sanidad chino. Hace años, las autoridades de Pekín legalizaron la extirpación de órganos de los condenados a muerte después de que ellos o sus familiares lo hubieran consentido. Él fue artífice de la revisión de esta práctica y promotor de una política que favoreciera la donación voluntaria de órganos y, en 2015, pudo anunciar que se había eliminado la extirpación de órganos de los ajusticiados.

Cuaresma 2017: abrir el corazón y la puerta

Por otro lado, el martes 7 fue presentado el Mensaje del Papa para la Cuaresma, que este año comienza el 1 de marzo. El texto se basa en la parábola del hombre rico y del pobre Lázaro. “Incluso el pobre en la puerta del rico –escribe Francisco– no es una carga molesta, sino na llamada a convertirse y a cambiar de vida. La primera invitación que nos hace esta parábola es la de abrir la puerta de nuestro corazón al otro, porque cada persona es un don, sea vecino nuestro o un pobre desconocido. La Cuaresma es un tiempo propicio para abrir la puerta a cualquier necesitado y reconocer en él o en ella el rostro de Cristo”.

El Santo Padre advierte también de que “el dinero puede llegar a dominarnos hasta convertirse en un ídolo tiránico. En lugar de ser un instrumento a nuestro servicio para hacer el bien y ejercer la solidaridad con los demás, el dinero puede someternos a nosotros y a todo el mundo a una lógica egoísta que no deja lugar al amor e impide la paz”.

papa Francisco con Antonio Spadaro director de La Civiltà Cattolica numero 4000 febrero 2017

El director de la publicación, Antonio Spadaro, presenta al Papa el nº 4.000 de ‘La Civiltà Cattolica’

Número 4.000 de ‘La Civiltà Cattolica’

Pocas publicaciones en el mundo pueden gloriarse de haber llegado a su número 4.000. Fundada hace 168 años por los jesuitas, La Civiltà Cattolica es, en palabras manuscritas en ese histórico ejemplar del papa Francisco, “una revista única en su género por el servicio a la Sede Apostólica. Ojalá pueda continuar siendo una revista puente, de frontera y de discernimiento”. Deseo reflejado en la propia portada del quincenal italiano.

El aniversario en sí ya sería muy importante, pero le ha dado un relieve del todo excepcional el anuncio de que a partir de ahora La Civiltà aparecerá mensualmente en cuatro ediciones diferentes: en español, inglés, francés y coreano; un salto cualitativo que le asegura un eco mundial. Para resaltar el acontecimiento, el prepósito general de la Compañía de Jesús, Arturo Sosa; el director de la revista, Antonio Spadaro; y los “escritores” de la misma fueron recibidos en audiencia por el jesuita Bergoglio en la Sala del Consistorio del Palacio Apostólico.

Invitando a todos a no tener miedo del mar abierto, Francisco les recordó que “el vínculo con el Pontífice ha sido siempre un trazo esencial de vuestra revista. Estáis en la barca de Pedro. A veces, en la historia (hoy como ayer), puede ser zarandeada por las olas, y no hay que maravillarse por eso. Pero también los mismos marineros llamados a remar en la barca de Pedro pueden remar en sentido contrario. Ha sucedido siempre. Vosotros, remadores de La Civiltà Cattolica, debéis ser remadores expertos y valientes; remad, pues. Remad, sed fuertes, incluso con el viento contrario. Rememos al servicio de la Iglesia. Rememos juntos”.

Finalmente, el Papa recordó que hace tres años definió la misión de la publicación con tres palabras: diálogo, discernimiento, frontera. Ahora, les ofrece como meta a perseguir otras tres: inquietud, incompletez (“debéis ser periodistas de pensamiento incompleto, es decir, abierto y no cerrado o rígido”) e imaginación.

Por último, cabe reseñar que, frente a la minoritaria pero ruidosa resistencia a la reforma, el Consejo de Cardenales, el C-9, ha querido expresar estos días su “total apoyo a la obra del Papa, asegurando al mismo tiempo su adhesión y apoyo a su persona y a su magisterio”.

Lourdes y Medjugorje

El sábado 11, Jornada Mundial del Enfermo, el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado vaticano, celebró la misa en el santuario de Lourdes, el histórico recinto mariano galo. En su homilía, dio “las gracias a Dios por todas las personas, los cristianos, los creyentes de otras religiones y los no creyentes, que vienen a este lugar bendito para encontrar alivio y esperanza”. Ese mismo día, se conoció un nombramiento importante relacionado con el culto mariano. El del arzobispo de Varsovia, Henryk Hoser, como enviado especial del Papa en el santuario bosnio de Medjugorje. Como se ha precisado, su acción será exclusivamente “pastoral” y finalizará en verano. Lo que pueda venir de ahí en adelante está por ver.

Publicado en el número 3.024 de Vida Nueva. Ver sumario

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