“¿Cómo puede un sacerdote llegar a causar tanto mal?”

Le perdono padre, libro de Daniel Pittet sobre abusos en la Iglesia

El Papa prologa el libro ‘Le perdono, padre’, escrito por Daniel Pittet, víctima de abusos por un clérigo

papa Francisco y Daniel Pittet abusado por un clérigo y autor del libro Le perdono padre

Francisco saluda en una audiencia general a Daniel Pittet

DARÍO MENOR (ROMA) | “¿Cómo puede un sacerdote, al servicio de Cristo y de su Iglesia, llegar a causar tanto mal? ¿Cómo puede haber consagrado su vida para llevar a los niños a Dios y acabar, en cambio, devorándolos en lo que he llamado ‘un sacrificio diabólico’ que destruye tanto a la víctima como a la vida de la Iglesia? Algunas víctimas han llegado hasta al suicidio. Estos muertos pesan en mi corazón, en mi conciencia y en la de la Iglesia. A sus familias ofrezco mis sentimientos de amor y de dolor y, humildemente, pido perdón”. Son palabras del papa Francisco, que afronta sin ambages la “monstruosidad absoluta” de la pederastia en el clero en el prólogo del libro Le perdono, padre, escrito por Daniel Pittet, antiguo sacerdote suizo que sufrió abusos sexuales por parte de un eclesiástico de los ocho a los doce años de edad.

El Pontífice considera la pederastia un “horrendo pecado contrario radicalmente a todo lo que nos enseña Cristo” y aplaude que las víctimas hablen, pues sus testimonios “abaten el muro de silencio que sofocaba los escándalos y los sufrimientos”, al tiempo que arrojan luz sobre “una terrible zona de sombra en la vida de la Iglesia”. Le perdono padre, libro de Daniel Pittet sobre abusos en la Iglesia

En su libro, Pittet relata cómo le marcaron los sufrimientos que afrontó durante la infancia y la fuerza que encontró en el perdón a su abusador para reconstruir su existencia. “Muchas personas no son capaces de entender que no le odie. Le perdoné y construí mi vida sobre aquel perdón”. Incluso quiso el autor visitar el año pasado al sacerdote que le violó siendo niño para decirle que le perdonaba, aunque este nunca se hubiera excusado. Pittet subraya en su obra la importancia de destapar cuanto antes los casos de pederastia y ofrecer apoyo psicológico a las víctimas, pues “el 80% de los pedófilos fueron violados durante la niñez”.

En una entrevista con el diario italiano La Repubblica, el autor explicó los antecedentes al prólogo del Papa: “Nos encontramos hace dos años y me preguntó: ‘¿Dónde encuentra la fuerza de su espíritu misionero?’. No estaba satisfecho de mi respuesta y, al final, le dije: ‘Padre, me violó un sacerdote’. Me miró en silencio con lágrimas en los ojos y me abrazó. Ahora llegan estas palabras suyas tan fuertes y valientes de condena a la pedofilia, al silencio que mata”.

Del texto de Francisco parte precisamente un nuevo llamamiento contra el encubrimiento: “Es nuestro deber mostrar severidad extrema con los sacerdotes que traicionan su misión y con la jerarquía, obispos o cardenales que les protegieran, como ya ha sucedido en el pasado”.

Apoyo a otra víctima

El prólogo al libro de Pittet no es el único gesto, estos últimos días, de Francisco contra la pederastia. El jueves 9 de febrero Bergoglio descolgó el teléfono para llamar a Rufino Varela, un argentino de 52 años que sufrió abusos sexuales cuando era niño. Primero fue víctima del casero de su casa cuando tenía entre 11 y 16 años. Solo tuvo valor para contárselo a un sacerdote del colegio católico al que asistía, quien, en lugar de ayudarle, se lo llevó a su habitación para someterle a nuevos maltratos y abusos. Varela acudía a un centro educativo muy prestigioso en Argentina gestionado por los Hermanos Cristianos, el Colegio Newman, donde estudió el presidente Mauricio Macri.

“Antes que nada, quiero pedirle perdón en nombre de la Iglesia”, le dijo Francisco cuando le telefoneó. “Le conté mi historia, lo que me está pasando, le conté la soledad que yo sentía de los medios, de la Iglesia, le conté de la vulnerabilidad de la gente”, explicó Varela, quien decidió contar su caso para quitarse “una mochila de encima”.

Publicado en el número 3.024 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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