El elegido debe ser sacerdote, con 40 años cumplidos y una década en la prelatura
Fernando Ocáriz, actual vicario auxiliar de la Prelatura del Opus Dei
JOSÉ LUIS CELADA | El Opus Dei está recorriendo el camino que conducirá a la elección de un nuevo prelado “en actitud de oración, acudiendo especialmente al Espíritu Santo”, ha explicado el vicario auxiliar de la prelatura, Fernando Ocáriz. A pocos días de que comience en Roma, el 21 de enero, el proceso elector que culminará con el nombramiento del sucesor de Javier Echevarría –fallecido el 12 de diciembre–, sus miembros viven este tiempo “muy unidos al Santo Padre Francisco y toda la Iglesia, de la que el Opus Dei es una pequeña parte”.
Según adelanta la Oficina de Información de la Prelatura del Opus Dei, el elegido deberá ser un sacerdote, con 40 años cumplidos, miembro del Congreso electivo, con al menos una década en la prelatura y cinco años ordenado. Datos facilitados por la misma fuente revelan que, hoy, son 94 los sacerdotes –de 45 países– que cumplen estos requisitos.
Por lo que respecta a las condiciones humanas, espirituales y jurídicas que ha de reunir el futuro prelado, los estatutos de la institución sugieren que debe destacar por su caridad, prudencia, vida de oración, amor a la Iglesia y a su Magisterio y fidelidad al Opus Dei; poseer una profunda cultura, tanto en las ciencias eclesiásticas como civiles, y tener adecuadas dotes de gobierno pastoral.
El proceso electivo, en el que intervienen tanto mujeres como hombres, arrancará el sábado 21 con una reunión del Consejo para las mujeres de la prelatura (la Asesoría Central), y el lunes 23 dará comienzo el Congreso electivo. En dicho proceso participan 194 fieles del Opus, tanto sacerdotes como laicos, de al menos 32 años y que llevan en la prelatura un mínimo de nueve.
Iniciadas las sesiones, en la Asesoría, cada miembro propone uno o varios nombres de sacerdotes congresistas que estima adecuados para el cargo y se procede a la votación. Una vez realizada la elección y aceptada por el elegido, será el Papa quien confirme al nuevo prelado y tercer sucesor de san Josemaría Escrivá.
Más tarde, los congresistas examinarán el estado de la prelatura y de las actividades apostólicas en todo el mundo. Y las propuestas estudiadas determinarán las directrices de gobierno para los ocho próximos años, hasta el siguiente Congreso general ordinario.
Publicado en el número 3.020 de Vida Nueva. Ver sumario
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