Infancia Misionera 2017: “A veces nos desborda el grito de tantos niños migrantes”

Simeón Czeslaw Stachera, director de OMP Marruecos y vicario de Tánger con musulmanes

Simeón Czeslaw Stachera, director de OMP Marruecos, viaja a España para apoyar la Jornada del 22 de enero

Simeón Czeslaw Stachera, director de OMP Marruecos y vicario de Tánger con musulmanes

El franciscano Simeón Czeslaw Stachera con musulmanes en Marruecos

JOSÉ BELTRÁN | “Paz con todos vosotros”. Simeón Czeslaw Stachera saluda con acento polaco, pero con un español impregnado de la piedad popular de los aimara bolivianos. “Ellos transformaron mi teología vertical en horizontal”, reconoce el actual director de Obras Misionales Pontificias (OMP) Marruecos y vicario general de Tánger, que ha viajado a España y hoy miércoles 18 de enero ha participado en la rueda de prensa para presentar la Jornada de la Infancia Misionera 2017, que se celebra el 22 de enero bajo el lema Sígueme, en línea con el Domund 2016 (Sal de tu tierra).

Solo en Marruecos, gracias a este “Domund de los niños”, fueron apoyados con 59.000 dólares 13 proyectos de educación, comedores, compra de medicamentos… “Trabajamos con la minoría cristiana y con marroquíes, pero ahora estamos enfocados en un campo nuevo y doloroso: los niños migrantes vulnerables, abandonados por sus padres”, comenta este franciscano, que trabaja codo con codo con el arzobispo Santiago Agrelo: “Somos una Iglesia de puertas abiertas de forma literal. El obispo tiene que abrirlas cada mañana para que los niños no pasen frío en la calle. A veces nos sabemos cómo responder y nos vemos desbordados por este grito para ser fieles a lo que nos pide el Papa: trabajo, techo y tierra”.

Aun así, reconoce que la situación en Marruecos para los migrantes ha mejorado en materia sanitaria, acogida y educación con respecto a hace una década: “Hoy puede decirse que el país es una tierra de acogida”. Para el padre Simeón, “con los musulmanes no debe reinar el miedo, sino la mutua confianza que requiere de entrar en diálogo permanente. Los cristianos deberíamos ser los encargados de promover esta mirada nueva”.

El franciscano admite que “de España nos separa la valla natural que es el mar y las fronteras humanas de Ceuta y Melilla. Frente a eso, buscamos dignificar la vida de los niños”.

“De Tánger a Madrid solo hay una hora de distancia en avión. Sin embargo, al otro lado de la valla hay muchos niños, fundamentalmente musulmanes, que reciben ayuda de la Iglesia. No hay fronteras en la fe”, ha subrayado, por su parte, Anastasio Gil, director de OMP en España.

Las ayudas de los pequeños misioneros

La Infancia Misionera –nacida en Francia en 1843, 80 años antes de la Declaración de los Derechos del Niño de Ginebra y 100 años antes de UNICEF– es una Obra del Papa que promueve la ayuda recíproca entre los niños del mundo y da a los niños un papel protagonista en el servicio misionero.

Los niños de Infancia Misionera ayudan a otros niños del planeta con sus oraciones y ahorros. Gracias a esta generosidad:

  • En 2015 se enviaron 16.939.649,13 euros a todos los territorios de misión.
  • El 60% del dinero se envió a África, el 34% a Asia, el 3% a América, otro 3% a Oceanía y un 0,46% a Europa.
  • Con el dinero se atienden 2.795 proyectos infantiles: 1.355 de educación, 810 de evangelización y 630 de salud y vida.
  • En España, en 2016, se enviaron 2.650.357,66 euros para sostener 484 proyectos en 40 países, alcanzando a 788.184 niños.
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