José Miguel Parra: “Las egipcias eran mujeres liberadas”

José Miguel Parra, egiptólogo

Egiptólogo, autor de ‘Eso no estaba en mi libro de Historia del Antiguo Egipto’

José Miguel Parra, egiptólogo

ÁNGELES LÓPEZ | Eso no estaba en mi libro de Historia del Antiguo Egipto (Almuzara) es una obra destinada a todos los amantes de la cultura faraónica. En sus páginas descubriremos cómo es el día a día de una excavación arqueológica, el ascenso al poder de la reina Nefertiti, las cámaras ocultas de las pirámides, los sistemas de iluminación utilizados para excavar las tumbas del Valle de los Reyes, etc. El responsable es el egiptólogo y escritor José Miguel Parra, miembro del Proyecto Djehuty, que ha estado excavando siete años en las tumbas de Djehuty y Hery en Luxor.

PREGUNTA.- ¿Cuál es su mentira preferida sobre el antiguo Egipto?

RESPUESTA.- Que las pirámides las construyeron los marcianos. No sé qué manía tiene la gente de pensar que los seres humanos somos más idiotas cuanto más antiguos. Parece que si ellos no saben cómo se hace algo es que es imposible de hacer.

P.- ¿Tenían realmente los conocimientos que les atribuimos en matemáticas y astronomía?

R.- No. Resulta curiosa esa creencia cuando poseemos varios libros de matemáticas egipcias de los utilizados para enseñar a los escribas y que nos demuestran que sus matemáticas eran sencillas y, sobre todo, prácticas: hallar la cantidad de ladrillos de una rampa, la superficie de un terreno, el ángulo de una pirámide… Y en cuanto a su astronomía, también era bastante sencilla: observar las estrellas y ser capaces de calcular el paso del tiempo y poco más.

P.- ¿Me cuenta cómo era un harén y qué conjuras había?

R.- No eran como los harenes otomanos, llenos de odaliscas y eunucos. Eran una división administrativa destinada al mantenimiento de las esposas del faraón y sus hijos. No eran un lugar cerrado y alejado. De todos modos, como había muchos hijos y no todos podían suceder a su padre (las leyes de transmisión de la realeza no están claras, aunque parece primar la primogenitura), hubo madres ambiciosas que organizaron desde el harén conjuras destinadas a poner a su hijo en el trono. La más conocida es la que acabó con la vida de Ramsés III.

P.- En aquel entonces, la mujer tenía los mismos derechos que un hombre desde el punto de vista legal. ¿Estaban más liberadas que en el siglo XXI?

R.- Las egipcias disfrutaban de una libertad y unos derechos que las mujeres solo han empezado a conseguir de nuevo, y no en todos los países, a partir del siglo XX. Podían tener posesiones, desheredar a sus hijos, divorciarse, presentar denuncias ante los tribunales…

P.- De Egipto nos llega el primer tratado de paz de la Historia. ¿Cómo y en qué contexto?

R.- Egipcios e hititas, gallos del gallinero del Mediterráneo oriental, se enfrentaron durante años por mantener la hegemonía en Siria-Palestina, hasta que la llegada de los beligerantes asirios les hizo ver las orejas al lobo y pensar que era mejor firmar la paz, porque, si al final tenían que frenarle los pies a los recién llegados, sería mucho más sencillo hacerlo juntos.

P.- No sé si un hombre que vive entre dioses antiguos querrá responderme, pero ¿tiene algún tipo de fe?

R.- Como dirían en las películas norteamericanas: “Me acojo a la Quinta Enmienda”, pero no, no la tengo.

P.- ¿Y qué opinión le merece Francisco?

R.- Parece empeñado en servir de puente entre el tradicionalismo de la Iglesia y el mundo actual, y eso es algo bueno. La verdad es que parece un papa dedicado y trabajador. Creo que ha sido un buen fichaje.

Dicto sentencia

  • “Del antiguo Egipto nos llega la primera huelga documentada de la historia. En época de Ramsés III, los trabajadores de Deir el-Medina no recibían a tiempo sus salarios; después de exigir su dinero, decidieron tomar el toro por los cuernos y dejar de trabajar hasta que les pagaran. Y la cosa funcionó…”.
  • “Todavía sabemos muy poco de los egipcios, como cuántos faraones hubo. También falta por saber si hay alguna cámara nueva desconocida en la Gran Pirámide o en la tumba de Tutankhamón, que es algo que se está estudiando en la actualidad. ¡Ojalá las haya!”.

Publicado en el número 3.019 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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