Estambul y Bagdad, primeras puertas del horror en 2017

entierro en Beirut de una de las víctimas mortales del atentado de Estambul diciembre 2016

Casi 6.000 muertos en dos meses en Irak

entierro en Beirut de una de las víctimas mortales del atentado de Estambul diciembre 2016

Entierro de una de las víctimas en Beirut

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA | Tras un 2016 marcado por la barbarie terrorista, 2017 se inauguró bajo el mismo impacto. Al filo de la medianoche del 31 de diciembre, llegó la noticia de un tiroteo en una conocida discoteca de Estambul, donde se celebraba una multitudinaria fiesta de Nochevieja. El saldo final fue de 39 muertos y 69 heridos, en su mayoría extranjeros.

Aunque Turquía ha impuesto la censura, varios medios han filtrado que el atacante, que consiguió huir, es natural de Kirguizistán y que entró en el país meses atrás desde Siria. En una práctica no habitual cuando el terrorista ha conseguido escapar, el Estado Islámico asumió a las pocas horas la autoría del atentado. Al cierre de esta edición, habían sido detenidos decenas de sospechosos de ayudar en el ataque y se seguía estrechando el cerco sobre el asesino. En el ángelus dominical del día siguiente, Francisco mostró su cercanía al pueblo turco y cargó contra “la plaga del terrorismo” en una “noche de celebración y esperanza”.

El 2 de enero, en Bagdad hubo una serie de atentados que causaron 32 muertos y decenas de heridos. También fueron reivindicados por el Estado Islámico. De inspiración suní, los ataques del grupo yihadista se dirigieron contra barrios de la capital de Irak poblados por chiíes. Con esta estrategia, se hace evidente su intento de desestabilizar un país en el que los chiíes son la mayoría, con dos tercios sobre el total de la población.

Tras la caída de Alepo en Siria y el cerco de Mosul en Irak, el Estado Islámico, establecido en una amplia porción de terreno entre ambos países, está perdiendo su influencia en las grandes ciudades. De ahí su intento de extender un ambiente bélico que retrotrae al vivido en 2003, cuando Estados Unidos invadió Irak para derrocar a Sadam Husein.

Según datos de la ONU recabados ahora en un informe por su misión en el país, la Unami, solo entre mayo y junio del pasado año se contabilizaron 5.818 muertes de civiles. A las 1.294 de mayo y las 1.554 de junio, se unieron los 2.970 cuerpos no identificados recibidos en el Instituto Médico Legal de Bagdad, según información del Ministerio de Sanidad.

Publicado en el número 3.018 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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